Dicen que en estas épocas el humor puede ayudar bastante. No obstante, siempre con el debido respeto, en Vermouth Deportivo no dejamos de pensar en el deporte y en cada uno de Ustedes que trabajando o haciendo aislamiento social intentan dispersar su mente de esta pandemia mundial del Coronavirus. Sin embargo, en una búsqueda exhaustiva, el staff de este medio encontró la foto del Chino con el Murciélago.
Se comenta que el COVID-19 se originó de una sopa de quiróptero que consumió un oriental. Claramente no hubo certezas científicas al respecto y nadie encontró tampoco a los protagonistas de esta triste historia que invadió al globo terráqueo. Pero, como el reino deportivo estuvo infectado eternamente de apodos, hurgamos en el archivo y nos topamos con una imagen que habla por sí sola.
Quince de noviembre de 1987. En la Bombonera jugaban el Xeneize con Instituto de Córdoba. Aquella tarde, la delantera del elenco Azul y Oro era peor que una profecía de Nostradamus: el «Chino», el «Murciélago», y Comas. Una historia tan desopolitante como aterradora.
El partido terminó en favor de Boca Juniors por 2 a 1 y hasta ese entonces quedaba directamente archivado en una de las tantas victorias del conjunto de la ribera ante La Gloria en los 32 cotejos que disputaron entre sí. Sin embargo, desempolvando viejas revistas, nos encontramos con una reliquia fotográfica en la portada del «Gráfico» de aquella semana en la cual festeja Carlos Daniel Tapia y atrás está Alfredo Graciani. Tal vez el único registro, en tiempos de Coronavirus, donde encontramos al Chino con el murciélago en una misma imagen.