Ganó el que mostró más actitud, el que jugó con más seriedad y con más hambre. Gimnasia La Plata puso el corazón en el Mario Alberto Kempes y venció a Boca Juniors en la última jugada del partido para pasar a los cuartos de final de la Copa Argentina. El gol lo convirtió Jan Hurtado a falta de un minuto para el tiempo cumplido y con la ayuda de su mano para empujar la bola a la red. Como el árbitro Pablo Chavarría no advirtió nada, el Lobo celebró al ritmo del venezolano.
Sin herir susceptibilidades, el partido fue un espanto. Mal jugado, sin orden, sin creación ni situaciones de peligro. Eso sí, los hombres de Pedro Troglio salieron con otra convicción que el Xeneize y se notó. Fabián Rinaudo manejó al equipo platense que intentó, al menos, atacar al arco de Agustín Rossi. Los dirigidos por Guillermo fueron una sombra por la superpoblación de figuras que parecieron no tener un orden táctico: Benedetto se lesionó a los pocos minutos y Tévez ingresó sin demasiadas soluciones, Zárate no gravitó, Pavón sigue con su bajo nivel y Cardona estuvo lejos de ser el salvador.
El segundo tiempo mostró más de lo mismo con imprecisiones por doquier y más intenciones que otra cosa. Mauro Zárate y Julio Buffarini contaron las chances más claras con dos remates desde afuera del área pero el equipo de azul y oro no provocó nada más ni tampoco alcanzó un buen nivel futbolístico. Lo del elenco de La Plata se basó en la entrega y en la espera por una oportunidad que llegó en el último minuto: Matías Melluso se proyectó por izquierda, metió un pase rasante al área y Jan Carlos Hurtado definió a las redes de Rossi con la rodilla y un toque en la mano. Si fue infracción o no, poco le importó al Venezolano que gritó el gol de la clasificación para el Bosque.
De la mano de Hurtado, Gimnasia sacó a Boca Juniors de la Copa Argentina y le dio otro golpe al equipo de Guillermo Barros Schelotto. Ahora, el Lobo enfrentará a Central Córdoba de Santiago del Estero por los cuartos de final.