Era cuestión de tiempo pero justamente se le dio ante su escolta y eterno candidato a quitarle la corona. El Gigante de Baviera venció por 3 a 1 al Aurinegro en un partidazo y consiguió su décimo título consecutivo en la elite de Alemania.
Bayern Múnich creyó liquidar el pleito en el capítulo inicial, se quedó, volcó su mente a la vuelta olímpica y terminó sufriendo contra Borussia Dortmund. Más allá de todo, el festejo terminó siendo para el dueño de casa que colmó el Allianz Arena e inundó las calles del sur germano de celebraciones por otro campeonato obtenido.
Antes del cuarto de hora, el dueño de casa abrió la cuenta. Leon Goretzka bajó un córner desde la derecha y se la sirvió a Serge Gnabry que mató el esférico en la medialuna y clavó un zurdazo inatajable para Marwin Hitz. La visita, golpeada, intentó empatar pero Erling Haaland dilapidó un mano a mano rematando desviado.
Borussia Dortmund pasó de coquetear con la igualdad, a encontrarse con la dura derrota. A los 29 minutos, Gnabry aprovechó un error de Marius Wolf que le sirvió el festejo aunque su conquista no valió porque el VAR determinó que estaba adelantado.
Lejos de masticar bronca, Bayern Múnich fue por más y encontró el 2 a 0 porque Dan-Axel Zagadou se vio complicado en la salida, regaló un zapatazo, y en una rápida respuesta, Thomas Müller asistió a Robert Lewandowski que apeló a toda su capacidad goleadora para estirar la diferencia con la que marcharon al entretiempo.
La visita le puso algo de pimienta a la definición en la complementaria cuando, perdido por perdido, se atrevió a todo. Emre Can empató de penal en el arranque de la segunda mitad, Marco Reus estuvo cerca de empatar y se encontró con la notabla respuesta de Manuel Neuer que lo atoró justo. El dueño de casa también gestó algunas ocasiones como un derechazo cruzado de Lewandowski y otro intento del polaco que salvó el suizo Hitz de manera providencial en el área chica.
Haaland desperdició dos ocasiones para igualar el pleito y estirar la definición del campeonato pero en el sur de Alemania se cumplió la máxima de los goles que no entran en un arco e ingresan en el opuesto. Así fue como a los 38, Jamal Musiala castigó contra Hitz. El arquero dio rebote, los defensores del Aurinegro no supieron como despejar el peligro, y la pelota le quedó nuevamente al juvenil que no perdonó para colocar cifras definitivas.
Borussia Dortmund, prácticamente resignado y sabiendo que ganar el título era un milagro, quedó con las manos vacías en Baviera. La historia volvió a repetirse como en las nueve ediciones anteriores. Bayern Múnich ganó 3 a 1 y conquistó su décima Bundesliga al hilo. ¡Bestial!
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