Los Spurs habían dicho que no venderían a su histórico goleador por menos de 100 millones de euros a un club de la Premier League. Sin embargo, tampoco lo hicieron ante las ofertas del Bayern Múnich que no sedujeron a la entidad de Londres.
El arribo de Mauricio Pochettino al Chelsea generó una limpieza en los Blues y, de paso, solicitó refuerzos de renombre para lograr la reconstrucción de una institución que durante la temporada pasada estuvo más cerca de los puestos del descenso que de pelear por un boleto a Champions League.
El argentino ya dirigió a Harry Kane en Tottenham y no necesitará ningún tipo de consejo para volver a ficharlo. La realidad pasará ahora por la dirigencia que si quiere verlo en Stamford Bridge sabe que deberá desembolsar nueve dígitios para arrebatarlo al Bayern Múnich que ya no sabe más que hacer para asegurarse un refuerzo de renombre.
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