El Blaugrana consiguió el tercer triunfo consecutivo en la elite española y continuó como escolta de Real Madrid. En una jornada con mucha tela por cortar, los de Xavi ganaron 2 a 1 en El Sadar ante los Rojillos que quedaron totalmente enfuercidos por el arbitraje de Miguel Ángel Ortiz Arias.
Barcelona arrancó con todo en la noche de Pamplona y el palo izquierdo de Aitor Fernández le negó el festejo al zapatazo de Frenkie de Jong. De ahí en adelante, el conjunto Culé entró en un pozo y Osasuna mostró sus armas para complicar al campeón reinante.
Los de Jagoba Arrasate llegaron con un un tiro de Jesús Areso que se desvió en Jules Koundé y Marc-André ter Stegen salvó muy rápido de reflejos. Al rato, el guardameta alemán le ahogó el festejo a Aimar Oroz que sacudió frente al arco de la visita y encontró el guante magnífico de un arquero prácticamente vencido.
La bronca de Osasuna comenzó cuando Barcelona abrió la cuenta en la última jugada del primer tiempo. Ilkay Gündogan levantó un córner, Koundé ganó de cabeza, Miguel Ángel Ortiz Arias convalidó el tanto y no dejó reanudar la contienda porque ya estaba el tiempo cumplido.
El resultado era muy corto en El Sadar, Xavi apostaba a los cambios, y Robert Lewandowski que peleó más de lo que jugó castigó contra Aitor Fernández que evitó el tanto del polaco sobre la línea de meta a pesar que esa acción estaba totalmente invalidada por offside.
Osasuna, con sus herramientas, buscaba el empate y lo encontró a la media hora del segundo tiempo gracias a Ezequiel Ávila. El «Chimy» que había ingresado un rato atrás, buscó el hueco y metió un zurdazo desde la medialuna para estampar la pelota contra el palo derecho de Ter Stegen e inflar las redes del Barcelona.
Se repartían unidades en Pamplona hasta que llegó la polémica de la noche. Alejandro Catena rozó a Lewandowski dentro del área y Ortíz Arias cobró penal. Al rato lo revisó por VAR y sin dudarlo, le añadió la tarjeta roja al defensor mientras que el polaco, desde los doce pasos, desató el festejo para el Blaugrana.
Si algo más le bastaba al partido en El Sadar era que Ante Budimir cayera dentro del área grande por una situación similar a la cual Ortíz Arias había marcado la pena máxima en el área opuesta. Sin embargo, en pleno descuento, el colegiado comprendió que no hubo infracción de Iñigo Martínez.
Con un hombre de menos, Osasuna ni siquiera pudo batallar a pesar de los diez minutos que adicionó el juez de la contienda. Barcelona ganó 2 a 1 en una parada bravísima y se sumó al Girona para ser escoltas de Real Madrid a tan sólo dos puntos de la cima en La Liga.
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