Por: Marcelo Faró | @marce_faro
El ex base de la Generación Dorada y presidente de Weber Bahía Basket fue entrevistado por Gonzalo Bonadeo en su programa “Arqueros, Ilusionistas y Goleadores” y dejó la puerta abierta a volver a calzarse los cortos para disputar la liga local.
Hace unos días, la Patria cumplía 210 años; y ese mismo 25 de mayo, más modestamente, el sueño construido por Juan Ignacio Pepe Sánchez celebraba su primera década de vida.
Bahía Basket es ese proyecto de desarrollo deportivo y comunitario, que se enfoca principalmente en permitir que los jóvenes talentos argentinos (y de la región) puedan encontrar la chance de progreso dentro de un equipo profesional de básquet, que compite en la Liga Nacional.
Han sido muchas, hasta ahora, las innovaciones y sorpresas que Bahía Basket trajo a la Liga, haciendo que muchos equipos se adapten o repliquen ese modelo, agregándole su propia impronta.
Pero el pasado viernes, con 43 años recién cumplidos, el arquitecto del proyecto y base de las más gloriosas hazañas de la Generación Dorada, sorprendió con declaraciones que hicieron ilusionar a muchos bahienses que aún añoran verlo subir la naranja por el parquet, picándola con su zurda hasta encontrar la asistencia mágica.
Entrevistado por el programa “Arqueros ilusionistas y goleadores” que conduce Gonzalo Bonadeo por Club Octubre FM 94.7, Pepe confesó que durante esta cuarentena, al entrenarse en soledad para mantenerse en forma, se sintió pleno y en forma, al menos, para darse el gusto de jugar con el equipo que participa de la liga bahiense.
“Hace ocho años estoy retirado y ahora empecé a entrenar y me sentí muy bien. Me encantaría jugar un par de partidos en Bahía Básket, en el torneo local, para que me vea mi hijo y para ver cómo es jugar después de tanto tiempo. Me gustaría vivir y enriquecerme desde lo personal con este básquet moderno y rápido que se vive hoy”, dijo Juan Ignacio.
La charla recorrió muchos temas, y al ser consultado por esta década transitada por su proyecto basquetbolístico, expresó: “Para mí, Bahía Básquet es la libertad de construir algo de cero sin pasar por barreras de tradiciones, que iban a complicar el desarrollo de ideas que quería implementar. Esto me dio la oportunidad de explorar desde lo práctico muchas ideas. Intenté traer cosas que aprendí en otros lugares, llevándolo a nuestra realidad. Es un gran laboratorio donde pasaron muchos jugadores y todos se fueron mejores”.
En esta extensa cuarentena, “The Last Dance”, la serie que retrata la historia de los Chicago Bulls de Michael Jordan, fue una de las tendencias para los amantes del deporte, y las anécdotas sobre Su Majestad reaparecieron como parte de la ola que generó su emisión. Pepe también tenía una para contar: “En la temporada 2003, Jordan jugaba en Washington y yo en Detroit. Estaba en el banco y el técnico (Larry Brown) me dice: ‘Pepe entrá, defendé a Jordan’. Era el póster de mi habitación. Entré, temblaba y lo defendí en dos posesiones. Con la mano, le tocaba la camiseta”, dijo el base recodando la idolatría y su respeto hacia el mejor jugador de todos los tiempos.