Cada país habrá tenido su caso pero este es de esos inexplicables que se dieron de cara a Italia 90. Heribert Weber era el capitán y una pieza indiscutible en El Equipo Maravilla. Hasta el álbum de figuritas le guardó un lugar imaginando que su presencia sería un hecho. Sin embargo, una pelea con el entrenador en 1989 lo alejó de la máxima cita del deporte.
Ídolo en el Rapid Viena, el zaguero de la Selección de Austria nacido un 28 de junio de 1955, se preparaba para romper con todo tipo de récords. Su sueño era festejar su cumpleaños disputando su tercera Copa del Mundo, algo que ningún compatriota había podido lograr. Pero, en el loco universo del fútbol, nunca está dicha la última palabra y, un problema dental, derivó en la pesadilla.
Sí, un simple tema odontológico puso en jaque al defensor que por ese entonces defendía la pilcha del Casino de Salzburgo (hoy conocido como una de las tantas franquicias de la bebida energética que de los toros colorados). El entrenador, Josef Hickersberger, viejo conocido de Weber y con quien compartieron plantel en el Mundial de 1978 disputado en Argentina, entendía que el futbolista no estaba en condiciones de enfrentar el último y vital encuentro de eliminatorias.
El 15 de noviembre de 1989, seis días después de la caída del Muro de Berlín, el combinado de Austria se jugaba el pasaje a Italia 90 frente a Alemania Oriental que apostaba a despedirse de sus experiencias por la máxima cita bajo ese nombre. En Viena la tensión era demencial. De hecho tampoco dependían de sí mismos ya que Turquía, con mayor diferencia de gol, se metería en la Copa del Mundo si derrotaba a la Unión Soviética esa misma noche.
La URSS hizo lo suyo por lo cual, ese cruce ante los teutones era un evento impostergable para El Equipo Maravilla. No obstante, tras ir al odontólogo y continuar con unas molestias, Hickersberger decidió sacar a Weber del equipo. Por precaución, con intenciones de tener soldados en óptimas condiciones para afrontar semejante batalla. Claramente, al capitán no le gustó para nada la postura del entrenador y discutieron fuerte.
Austria ganó 3 a 0 con un hat-trick de Toni Polster y se aseguró la participación en Italia 90. Sin embargo la relación entre el zaguero y el técnico estaba rota. Pasaron los amistosos con Egipto, España, Hungría, Argentina y Holanda pero jamás volvió a estar convocado. Es probable que el jugador haya tenido ganas de romperle los dientes al DT que lo privó de una marca histórica, de ser el hombre que más Mundiales disputó con su país. Después recordó que por un problema dental se quedó afuera y se le habrán ido las ganas a Weber, el capitán que perdió la chance.