La escuadra de la Europa oriental se lamentaba el triunfo que se le había escapado el viernes frente a Irlanda del Norte y sabía que tenía una durísima misión, en Klagenfurt, frente al potente dueño de casa. Sin embargo la Tricolorii festejó un 3 a 2 en su favor sobre el Wunderteam que lo dejó en lo más alto de la tabla de posiciones de su grupo.
Rumania abrió la cuenta desde temprano. Iban 2 minutos cuando Florinel Coman avanzó con pelota dominada por la izquierda y descargo para Denis Alibec. El ex Inter de Italia, se acomodó a la altura de la medialuna y sacó un zurdazo por lo bajo que se metió en la ratonera derecha del arco de Austria.
El dueño de casa pudo empatar rápido a través de un tiro libre de Cristoph Baumgartner. El hombre del Hoffenheim de Alemania ejecutó la pelota parada con clase y colocó el esférico en la cabeza de Martin Hinteregger que reventó el travesaño del histórico Ciprian Tatarusanu. La suerte, también jugaba del lado visitante en Klagenfurt.
No obstante, los locales conseguirían la parda apenas pasado el cuarto de hora tras un gran pase con la testa de Stefan Lainer y una especie de tijera de Baumgartner que infló las redes del elenco Dacio. El 1 a 1 ponía algo de justicia en un primer tiempo parejo y que, en la media hora restante, no se doblegarían nuevamente ni crearían grandes situaciones de riesgo.
Rumania, entendiéndose en equipo, salió con el mismo ímpetu a la complementaria que al capítulo inicial y pegó desde temprano. De un tiro libre de Alexandru Maxim que cayó en el corazón del área grande austríaca, el esférico pasó a ser una bola de fuego que quemaba. Los de Franco Foda no pudieron desperjar y así apareció Dragos Grigore para empujarla y marcar el 2 a 1.
La historia para el dueño de casa empezó a apagarse a los 23 minutos porque Maxim, en una definición maravillosa y digna de ir a los especiales de Lavecchia de fin de año (si es que el 2020 le permitirá meter una hora de ello). El atacante del Gaziantep de Turquía picó sin marcas, quedó mano a mano con el arquero, y metió una vaselina circense que acabó en el fondo de la cueva local.
Para el Wunderteam no hubo tiempo para reaccionar. Si bien al pleito le faltaba un buen tramo, la Tricolorii ya había hecho lo suficiente para quedarse con los tres puntos. El descuento de cabeza a través de Karim Onisiwo sólo sirvió para decorar una caída en Klagenfurt que nada tuvo que ver con la gran performance mostrada frente a Noruega en Oslo.
Austria, que empatando quedaba como único líder, perdió y quedó expectante con tres unidades al igual que los Vikingos del ya famoso Erling Haaland. Rumania ganó 3 a 2, de visitante, en un partido que a priori parecía complicado y se fue a descansar hasta octubre sabiendo que lidera una zona en la que puede pasar cualquier cosa.