La Crema tiene un objetivo claro y es volver a Primera. Tras una temporada del Nacional B donde estuvo muy cerca de lograrlo y se quedó sin gasolina sobre el final, el conjunto santafesino ya trabaja pensando en lo que será el próximo torneo. Y para ello, la dirigencia comenzó con el armado del equipo buscando seducir las necesidades de Víctor Bottaniz.
Una de las buenas noticias para Atlético Rafaela es la continuidad de Mauro Albertengo. Esa renovación de contrato cayó realmente bien en el cuerpo técnico que ya había dejado ir a un delantero de la talla de Gonzalo Klusener que armó su valija y marchó rumbo a Carlos Casares para ser parte del conjunto que dirigirá el ex Racing, Sebastián Saja.
No obstante el conjunto santafesino también abrochó seis caras nuevas. Con gran tino lograron la llegada de uno de los centrales más codiciados de la Primera B Metropolitana como lo era el ex Estudiantes de Buenos Aires, Gastón Suso. Los arribos no cesaron ya que luego llegó Matías Quiroga desde Patronato de Paraná y también se produjo el retorno de Pablo Gaitán que había hecho inferiores en la Crema pero su último pasó había sido por Unión de Sunchales.
Los otros tres refuerzos fueron Nahuel Speck, juvenil de Gimnasia y Esgrima La Plata, Abel Masuero con pasado por Instituto de Córdoba y Ferro pero cuya última actuación se dio en Brown de Adrogué, y el recientemente desvinculado de Platense, Nazareno Fernández Colombo, que se sumó para reforzar el fondo de un Atlético Rafaela que tiene el objetivo del ascenso entre ceja y ceja.