Una de las series top de la televisión argentina en la década del noventa fue Amigos son los Amigos. Allí, Carlos Calvo se mostraba como un Bohemio al que todo le costaba demasiado y que sabía que, para lograr su objetivo, debía transitar los caminos más adversos posibles. Más de dos décadas después, en una noche de Villa Crespo y sin Carlín, Rago hizo todo el esfuerzo posible para evitar la derrota de su equipo pero los de Fabián Castro no pudieron ante un nefasto arbitraje de Lucas Comesaña. El Blanquinegro del Bajo Flores, con un hombre de más durante una hora neta de juego, recién alcanzó la victoria a 10 minutos del final y con el 1 a 0 en el León Kolbowsky volvió a lo más alto de la tabla de posiciones.
«Es una lucha, pendex». Ni más ni menos para Atlanta que, a pesar de la diferencia numérica y del paupérrimo trabajo del juez, batalló para quedarse con los tres puntos. Deportivo Riestra, a pesar de terminar con más tarjetas amarillas que su oponente, salió favorecido en lo anímico ya que hasta tuvo la chance de ganarlo por medio de un penal en el primer tiempo que terminó dilapidando Sebastián Soto.
La noche, como tanto le gustaba a Carlín, arrancó bien para el dueño de casa. A los 7 minutos tuvo Nicolás Previtali el primer tanto cuando le quedó una pelota servida en la puerta del área chica pero careció de eficacia para mandarla al fondo del arco. No obstante, a esa altura, Comesaña ya le había cobrado tres faltas en ofensiva al local y, a posteriori, comenzaría con el show de las tarjetas.
Amonestado Horacio Martínez, también Matías Molina, cuando iban 27 minutos llegó el momento de la roja directa a Fernando Enrique. El Deportivo Riestra no sólo iba a jugar con un hombre de más a partir de ese entonces sino que, cuando el reloj marcaba la media hora inicial, el arquero de Atlanta derribó a Gonzalo Bravo dentro del área para que los de Jorge Benítez tuviesen incluso un penal a favor.
«Vos fumá» recordó Rago, que no es Pablo pero es Juan Francisco. Al guardameta no le vinieron a la memoria aquellos consejos de Carlín Calvo sino su pasado como atajador de penales. Así fue como tuvo confianza, se volcó hacia su derecha y le desvió el tiro desde los doce pasos a Soto para dejar el score 0 a 0. Mientras tanto, Previtali, Molina y, el ex Fénix, Lucas Colitto hacían un trabajo descomunal en el mediocampo para que el dueño de casa no sufra en demasía todos los golpes que el partido le venía asestando.
En la complementaria Rago volvió a brillar para empañarle los festejos a la visita. A los 4 minutos le contuvo un mano a mano formidable a Víctor Gómez. Cuando iban 10 fue Bravo, una de las figuras de la noche, quien a pura finta se sacó de encima la marca de Nahuel Tecilla pero terminó disparando desviado. Y el arquero volvió a lucirse pasada la pedia hora al frenar un zapatazo esquinado de Braian Sánchez que derivó en un tiro de esquina letal para las aspiraciones del local.
Bravo puso en órbita la pelota parada y Gómez, con una sensacional palomita, la mandó al fondo de la red para romper la paridad y también quitarle la valla invicta al Bohemio en la temporada. Golpeados, los dirigidos por Fabián Castro, fueron en busca del heróico empate pero ni la trepada apoteósica de Tecilla que terminó con un remate desviado de Martínez, ni el disparo de Molina pudieron doblegar a un Carlos Morel muy seguro bajo sus tres palos.
Deportivo Riestra se repuso del fatídico empate que tenía prácticamente ganado en el Bajo Flores ante Tristán Suárez. Así los de Benítez ganaron 1 a 0 y treparon a lo más alto de la tabla de posiciones de la Primera B Metropolitana junto a UAI Urquiza. Atlanta, que demostró carácter en la adversidad, se fue aplaudido por su gente y mascullando bronca por el arbitraje de Comesaña. Y sí, Bohemio, como «Carlín» le decía a Rago… «es una lucha».