Brilló. Por momentos su juego fue hermoso. Desde su arquero, Maximiliano Gagliardo, a pesar de regalarle el descuento a la visita, hasta su centrodelantero, Juan Manuel García que no hizo goles pero trabajó arduamente para que otros sí pudiesen convertirlos. El Viaducto goleó al Tatengue por 4 a 1, se retiró ovacionado y quedó provisoriamente como escolta del líder, San Lorenzo de Almagro.
Arsenal pegó rápido, liquidó la historia desde el vamos y, a partir de ese entonces se dio el lujo de jugar un fútbol vistoso, más sueltos, con sutilezas y clase. Unión, antes de los cinco del primer tiempo, ya perdía 2 a 0 y si bien contó con situaciones como para meterse en el encuentro nuevamente, no tuvo más remedio que aceptar la notable superioridad de su rival en todas las líneas.
Iban 3 minutos cuando Fabio Pereyra conectó de cabeza, García fue a peinar en el área chica, chocó con Marcos Peano y la pelota acabó dando en el hombro de guardameta de la escuadra santafesina para ingresar al fondo de la cueva y estampar el 1 a 0. El Tatengue no logró asimilar el golpe que recibió otro, sesenta segundos más tarde, algo así como una trompada de nocáut.
Unión movió del medio, se arrimó al área rival, perdió la redonda y Arsenal hilvanó una contra letal de izuqierda a derecha. García, sin ser egoísta y evitando pisar el área, se abrió por el flanco diestro y mandó un centro para que la figura del mediodía, Nicolás Giménez, empuje la caprichosa y marque el 2 a 0.
Al cotejo le sobraban emociones desde el arranque. Los de Leonardo Carol Madelón no se achicaron nunca a pesar de la rápida caída en Sarandí. A los 6 minutos, Elías Jalil sacó un remate de afuera del área grande que acabó estrellándose contra el poste izquierdo de Gagliardo. Más tarde, Nelson Acevedo, probó de media distancia y la número cinco salió apenas desviada. Sin embargo, más allá de esas llegadas, la orquesta sonaba al ritmo del director, Sergio Rondina.
Pasado el cuarto de hora, Giménez hizo una apilada de antología, se filtró dentro del área grande, abrió la cara interna de su botín derecho e intentó colocar la pelota contra el parante más lejano de Peano pero no contó con la puntería deseada. El dueño de casa siguó yendo al frente pero el guardameta visitante le tapó un gran mano a mano a García y, desde ahí hasta el descaso, quien debió trabajar fue el portero local.
Gagliardo, en tiempo de descuento, le tapó una gran mediavuelta en la puerta del área chica a Gastón Comas y luego, justo antes de irse al entretiempo, respondió de maravillas para ahogarle el festejo a Walter Bou que no podía comprender como el ex Platense y Deportivo Morón se mimetizaba con la formidable performance de sus compañeros para dejar arriba a los de Rondina por 2 a 0 en los 45 minutos iniciales.
El sueño de la remontada para Unión de Santa Fe se terminó prácticamente cuando Juan Cruz Kaprof peinó un envío áreo, encontró mal parado a Peano, y mandó la redonda por encima de su marca y de la del guardameta para estampar el 3 a 0 en favor de Arsenal. De hecho, la suerte al igual que el buen fútbol seguían estando del lado local ya que rápidamente la visita tuvo otra vez una situación inmejorable pero el travesaño se lo negó a Franco Troyansky.
En una de las pocas fisuras colectivas que tuvo el Viaducto, llegó el descuento del Tatengue. Gagliardo calculó mal en la salida de un córner y Bou, por detrás de todos, marcó el 3 a 1 de cabeza con más de 20 minutos por jugarse. Sin embargo, el conjunto de Leonardo Carol Madelón no pudo marcar más goles a pesar de ir con serias intenciones contra la meta rival. Y, en ese afán de ponerse en juego nuevamente, el dueño de casa encontró un espacio en la última de la contienda para que Joel Soñora reciba un pase atrás y, sin marcas, pusiera cifras definitivas en el Julio Humberto Grondona.
Unión sumó su cuarta derrota al hilo en la Superliga tras un arranque formidable empatándole a Racing que estrenaba el título de campeón y ganándose a Defensa y Justicia en Santa Fe. Arsenal, se aprovechó de ello, volvió a sonreír, lo goleó 4 a 1 y no sólo quedó como escolta de San Lorenzo sino que mostró un trabajo colectivo para enamor»Arse».