El comienzo de las Eliminatorias Sudamericanas no generó tanta euforia en los fanáticos argentinos. El Monumental estuvo lejos de llenarse y los cánticos se escucharon en pocos pasajes del encuentro. Carlos Tévez, los ingleses, los ecuatorianos y más huevos. De eso hablaron las canciones de los hinchas albicelestes, que se hicieron sentir en los momentos justos de la derrota ante Ecuador por 2 a 0.
0`PT – Desde el minuto cero, los espectadores gritaron -tímidamente- las típicas frases cantadas como «Vamos, vamos, Argentina…que esta barra quilombera no te deja de alentar» y «Esta hinchada está loca, hoy no podemos perder». El aliento no se modificó de un partido normal en el comienzo del partido.
20´PT – La desesperación por el flojo juego de la Selección apareció en los fanáticos y el pedido por Carlos Tévez no se hizo esperar. «Carlitos, Carlitos» y la ofensiva «Ponelo a Tévez, la p…que te parió» cayó de las tribunas. El deseo de los hinchas se cumplió: Aguero se lesionó y el actual jugador de Boca entró a la cancha. Ahí los albiceleste cerraron con un «Olé, olé, olé, olé, Tévez, Tévez».
10`ST – Los ingleses no se salvan nunca y por eso la famosa canción de «el que no salta es un inglés» apareció en su mejor versión y a medida que pasaron los minutos se transformó hacia el rival de turno con un «el que no salta es de Ecuador».
36´ST – Los goles de Erazo y Caicedo golpearon a los jugadores y a nuestros hinchas y no se lo bancaron. «Y pongan huevo, la p…que los parió», se enojó el público por una derrota enojada y con un canto poco escuchado después de 23 años sin perder en el Monumental.
40´ST – La victoria parcial de Ecuador entusiasmó a los visitantes y aprovecharon un toqueteo y se burlaron de los nuestros con un «Ole, ole, ole». Las cargadas continuaron y los ecuatorianos pidieron más a su equipo: «Uno más y no jodemos más». Increíble…
49´ST – El encuentro terminó en derrota y los silbidos no tardaron en llegar. El pobre desempeño del equipo de Gerardo Martino generó una reprobación de la gente aunque también se escucharon algunos aplausos.
Ida y vuelta. El público ovacionó a sus ídolos y todo finalizó con la silbatina y tibios aplausos. Argentina dejó mucho que desear en su juego y sigue sin enganchar a sus hinchas. Parece que no es cuestión del entusiasmo o de la idolatría hacia los jugadores, es hora de pensar un poco más en los colores y en la camiseta y no en quién se la pone.