El Tricolor ganaba desde los vestuarios en Floresta pero se conformó durante todo el partido con la ventaja mínima. De esa manera el Albo fue con más empuje que fútbol a buscar la igualdad que llegó en la última pelota de la contienda. Así los de José Romero igualaron 1 a 1 con la escuadra conducida por Felipe de la Riva.
Iban 51 segundos de iniciado el cotejo cuando Nicolás Reniero cabeceó sin impedimentos en pleno área rival y superó a Nahuel Losada para marcar el 1 a 0 favorable para Almagro. Recién se acomodaba la gente de All Boys para disfrutar el primer juego oficial del 2017 y no entraba en razón por la derrota parcial tan tempranera. Incluso ni siquiera los jugadores de «Pepe» pudieron reaccionar durante la etapa inicial a pesar que la visita se replegó y esperó a liquidar la historia con algún que otro contragolpe.
Eran los de José Ingenieros que aparentaban irse mejor parados al entretiempo. La potencia de su nueve goleador, la movilidad de Francisco Grahl, la experiencia de Marcelo Scatolaro y el orden de Ariel Cháves lograban que los de abajo no sufran por la entrega de los de arriba. No obstante, también se lucían los carrileros, los centrales y todo a base de un esfuerzo físico elogiable. Por otro lado la furia pasaba por el Albo a quien le habían anulado dos goles, uno por offside y el otro por cargar sobre Christian Limousín en una pelota parada. A instancias del línea Marcelo Bistocco Maio, fue Pablo Echavarría quien decidió que llegue el descanso con el triunfo parcial para los de De la Riva.
En la complementaria Almagro sintió el cansancio. A medida que se iban apagando sus pilares se encendían las chances para el dueño de casa. Pero All Boys era una máquina de intentar sin razonar. Claramente que no era fácil con todo el rival apostado en su propio campo, pero de no ser por algún destello esporádico de Juan Manuel Vázquez, posiblemente la historia hubiese sido peor aún.
Tuvo una ráfaga el Albo con dos cabezazos clarísimos que se fueron desviados. El primero de Hernán Rivero y el otro de Guido Dal Casón. Iba media hora de la segunda mitad cuando Vázquez sacudió el palo izquierdo de Limousín. Hasta que en la última jugada, a los 49 minutos, llegó un zapatazo del arquero local que cayó en el área rival. Ahí Rivero quedó cara a cara con el guardameta y no lo perdonó para evitar que el debut termine con las manos vacías.
Aquél gol que madrugó a todos parecía el principio del fin por cómo se organizó Almagro en el Islas Malvinas. Sin embargo el 1 a 1 fue el final del principio porque All Boys aprovechó que su oponente se replegó tanto para poner justicia en la noche de Floresta.