Fue un baile por donde se lo mire. Die Mannschaft goleó por 5 a 1 los Todo Blanco que jugaron de colorado en la tarde de Milán y se aseguraron un lugar en los octavos de final de Italia 90. El equipo de Franz Beckenbauer le hizo precio a los asiáticos que estuvieron muy cerca de un papelón histórico.
Alemania pudo ganarle tranquilamente por el doble de diferencia a Emiratos Árabes Unidos. De no ser por la falta de puntería en algunas situaciones inmejorables y por la gran actuación del arquero Muhsin Musabah, que a pesar de ir a buscarla adentro de su arco en reiteradas ocasiones tuvo una formidable tardea, el score final tranquilamente pudo haber llegado a los dos dígitos para los teutones.
Una muestra del baile propinado fue, en parte, el 0 a 0 que acompañó a sendas selecciones hasta los diez minutos finales de la etapa inicial. A esa altura, los germanos ya habían creado cuatro chances clarísimas para ponerse en ventaja. En el arranque, increíblemente Rudi Völler desperdició un mano a mano que fue tapado por el portero rival. Acto seguido lo tuvo Jürgen Klinsmann que, con el arco desguarnecido tras un centro de Uwe Bein, la mandó inexplicablemente afuera.
El infortunio para Alemania seguía. Antes de la media hora Klinsmann fusiló a Musabah que tapó tremendo bombazo. La pelota le quedó servida a Völler que sólo tenía que empujarla pero acabó mandándola por arriba del travesaño. Y, hablando justamente de parantes, el rubio atacante del Inter tuvo una situación inmejorable, tras esquivar al arquero de Emiratos Árabes Unidos, aunque a la hora del remate final vio como su tiro se estrellaba en el palo. A esa altura, a pesar del 0 a 0, ya era un baile. Una polca, un vals, el Schuhplattler, o como quieran llamarlo.
Cuando se le abrió el arco a los de Beckenbauer, demostraron porqué los apodaron siempre «La Maquinaria». A los 35 del primer tiempo llegó el 1 a 0 tras centro atrás de Klinsmann y zapatazo de Völler. Instantáneamente el encargado de la asistencia también se anotó en el show de inflar las redes contrarias cuando conectó de cabeza un centro de Stefan Reuter. De la nada ya ganaban por dos tantos de diferencia.
Emiratos Árares Unidos sorprendió en el arranque de la complementaria y se aprovechó de una siesta teutona. Khalid Ismaïl Mubarak se encontró solo con la redonda tras una pifia defensiva de Alemania y descontó como para decorar el resultado. Las chances del empate eran prácticamente de una en un millón y los muchachos del «Kaiser» se lo hicieron saber cuando tomaron la decisión de bajarle la persiana a la tarde milensa.
Die Mannschaft movió del medio y descargó la furia del gol recibido con artilleria pesada. Zapatazo de Thomas Hassler, magistral salvada de Musabah, centro de Andreas Brehme y violento remate de Löthar Matthäus desde la medialuna para dejar sin reacción al guardameta asiático y volver a poner una diferencia de dos dianas en el marcador. A esa altura, recién iban 2 minutos del segundo tiempo.
Antes del cuarto de hora de la complementaria, los de Beckenbauer estiraron la diferencia en el Giuseppe Meazza. Un pase del ingresado Pierre Littbraski y un disparo fortísimo de Bein desde afuera del rectángulo mayor permitieron que el portero emiratí solo vuele para la foto. Y a los 30 minutos, llegaron las cifras definitivas cuando Völler conectó de cabeza un tiro de esquina, Eissa Meer la sacó con la mano desde adentro, y el árbitro soviético, Alexei Spirin, convalidó la conquista.
Emiratos Árabes Unidos ya volvía a su casa con las manos vacías y la canasta llena. La felicidad para los muchachos de Carlos Alberto Parreira fue, al menos, meterle un gol al campeón de aquella edición de Italia 90. Alemania, que transpiró para abrir la cuenta, siguió su baile. Debía ser una tarantella pero no estaban en Nápoles y, además, sólo sabía moverse al ritmo de la polca.
ALEMANIA (5) – Illgner; Reuter, Brehme, Augenthaler, Buchwald, Berthold; Hassler, Bein, Matthäus; Klinsmann y Völler. DT: Franz Beckenbauer.
EMIRATOS ÁRABES UNIDOS (1) – Musabah; Ghanim, Abdullah, Ibrahim Meer, Eissa Meer, Hussain; Thani Jumaa, Ismaïl, Khamees, Al Talyani, y Ghuloum. DT: Carlos Alberto Parreira.
ESTADIO: Giuseppe Meazza (Milan)
GOLES: 35´PT y 30´ST Völler (A), 36´ST Klismann, 1´ST Khalid Ismaïl Mubarak (E), 2´ST Matthäus (A), y 14´ST Bein (A)
ÁRBITRO: Alexei Spirin (Unión Soviética)