Tantas veces olvidado, otras tantas recordado sólo cuando es noticia por sus dificultades económicas. Claro está que Yupanqui jamás fue sólo un comercial de Coca Cola. El Trapero ha sido siempre un club fantástico, con disciplinas variadas, histórica entidad de AFA en cuanto a lo futbolístico, pero también con la función social que siempre ponderaron y cumplieron.

Tras recibir varias colaboraciones en su sede de Lugano, el presidente Dante Majori y un lindo número de socios se acercaron hasta el merendero ´Cielo Celeste´ para hacer entrega de esos productos básicos y necesarios para poder atravesar no sólo el invierno sino también las carencias que se han potenciado en esta pandemia.

El mandamás del Trapero manifestó que continuarán recibiendo donaciones los martes y jueves de 12 a 15 en Guaminí 4501, Capital Federal. Así también, dirigente confirmó a través de sus redes sociales que en el predio de Ciudad Evita se realizaron tareas de desifencción pensando en lo que será, algún día, el regreso a la actividad futbolística.

Dentro de lo estrictamente deportivo, Yupanqui jugó su último partido el pasado 16 de marzo. Ya pasaron 90 días de aquél cotejo, y el martes se cumplirán exactos tres meses sin ver al primer equipo. Lo cierto es que, mientras tanto, el club continúa cumpliendo con su rol social. Y eso es totalmente loable para demostrarlo.