El Fortín mostró temperamento del otro lado del charco. Después de dos derrotas y un par de empates, el conjunto de Liniers amarró en Montevideo y conquistó la primera victoria para ilusionarse con pasar a octavos de final de Copa Libertadores. Los de la V Azulada, con el 3 a 2, dejaron en el último lugar al Bolso.
Fue una final anticipada en el grupo C donde se midieron dos campeones de este certamen. Nacional se puso en ventaja cuando menos le merecía aunque después Vélez empató en el momento justo. La escuadra argentina fue protagonista en el Gran Parque Central, lo dio vuelta, y cerca del epílogo el Tricolor halló el empate desde los doce pasos. No obstante, la rebeldía de los juveniles del equipo de Julio Viccari le dio el gran premio en el descuento.
La ley del ex se sintió en Uruguay a los 20 minutos del primer tiempo. Diego Zabala castigó desde afuera del área con un derechazo que se desvió en Matías de los Santos y descolocó a Lucas Hoyos. Hasta ese entonces era más la visita pero el dueño de casa lograba estampar el 1 a 0.
Vélez no bajó los brazos cuando parecía que la eliminación de esta Copa Libertadores estaba a menos de una vuelta entera de las agujas del reloj. Justo antes de marchar al entretiempo, Luca Orellano asistió a Lucas Janson y el otrora atacante de Tigre remató a colocar para guarda la pelota contra el ángulo más lejano del arco de Nacional.
Con el 1 a 1 en el score, sendos conjuntos intentaron ser protagonistas en la complementaria. El Bolso amenazó con remates sin fortuna de Zabala y el Fortín contrarrestó con dos intentos del nacido en Estados Unidos, Joel Soñora. No obstante, las más claras era para los de Liniers que también se agrandaron con situaciones más claras.
A los 7 minutos de la segunda parte, Orellano estrelló un remate contra el palo izquierdo de la cueva local. Un ratito más tarde, Martín Rodríguez le puso las manos a un zurdazo del mismo jugador para mandar la pelota al córner. Y, justamente, de un tiro de esquina, llegó el festejo para los de Viccari ya que, al cuarto de hora, el uruguayo De los Santos conectó una pelota parada de Soñora que partió desde la derecha para torcer la historia.
Como aquellas noches inolvidables, y haciendo resonancia de lo que significa este certamen, el partido se puso bravo para engalanar la Copa Libertadores. Patadas, tumultos, picardía y cuotas rioplatenses de fútbol invadieron el verde césped del Gran Parque Central hasta que el dueño de casa encontró un penal que Emanuel Gigliotti cambió cuando el reloj marcaba 42.
Vélez parecía quedarse con las manos vacías pero jamás bajó los brazos. El jovencito Abiel Osorio levantó dos centros desde la izquiera y, el segundo, se lo puso en la cabeza a Máximo Perrone que metió un frentazo inolvidable para claver el 3 a 2 final ante Nacional. Este grupo, sin dudas, se define el martes próximo en un cierre no apto para cardíacos.
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