Gimnasia La Plata ganó un partidazo en La Bombonera: consiguió la ventaja en un penal anotado por el Pulga Rodríguez y la defendió con uñas y dientes en el complemento gracias a una gran actuación del arquero Rodrigo Rey. El Lobo jugó con diez la última media hora por la expulsión de Brahian Aleman y sufrió los incansables centros sin resultados de un Boca Juniors de dos caras (primer tiempo espantoso y un segundo con más actitud).

El primer episodio no fue lo más lúcido del campeonato. El Xeneize comenzó con el dominio de la pelota y solo llevó peligro con un remate de Advíncula a las manos de Rey. El Lobo esperó agazapado y mostró sus garras con un intento lejano del Luis Miguel Rodríguez y un ataque que terminó en penal de Agustín Rossi sobre Carbonero. El Pulga pateó tranquilo y silenció el estadio para aventajar al Tripero.

Las ideas nunca aparecieron para revertir el resultado en los primeros cuarenta y cinco minutos. El único «rebelde» fue Agustín Almendra que reventó el travesaño y le permitió una chance en el rebote a Cristian Medina que le falló al arco en soledad. El primer tiempo pasó sin pena ni gloria para el conjunto de Sebastián Battaglia.

La actitud fue totalmente distinta en el complemento en el equipo de la Ribera. El de azul y oro se adelantó en el campo y metió al Lobo en su propio terreno. El ingreso de Cristian Pavón le dió más verticalidad al ataque y las posibilidades llegaron al arco de Rey. Sin embargo, el arquero se lució una otra vez para detener los intentos de Luis Vázquez, Pavón y Almendra.

Ni siquiera hubo caso con la expulsión de Brahian Aleman por doble amarilla con media hora por delante. En todo momento, chocó con una férrea defensa tripera que aguantó la distancia en el resultado y se llevó tres puntos para pelear los puestos de Copa Sudamericana.

El Pulga y Rey fueron las cartas de un triunfazo de Gimnasia en La Bombonera. Boca volvió a defraudar a pesar de una mejora en el complemento y le prende velas a la Copa Argentina para clasificar a la Libertadores.