Lecce sigue soñando con la salvación. El conjunto de Fabio Liverani se impuso como visitante del Udinese por dos tantos contra uno para acortarle tres al Genoa y quedar a una unidad de distancia. Samir abrió la cuenta para el local pero Marco Mancosu y Gianluca Lapadula le devolvieron las esperanzas a los Giallorossi.
En el Dacia Arena, Udinese y Lecce se veían las caras en el marco de la 37° jornada para la Serie A. El dueño de casa, que venía de dar el golpe al derrotar a Juventus, buscaba repetir para terminar más dignamente su temporada; la visita, en Zona de descenso, estaba obligada a ganar y esperar otros resultados favorables para llegar a la última fecha con chances de salvación.
Comenzado el encuentro, Udinese sería quien salga de mejor manera, apoderándose de la pelota y creando las primeras ocasiones de peligro con Rodrigo De Paul como protagonista, generando dos remates que contuvo Gabriel. Más tarde, a los 36, los de Luca Gotti pondrían justicia al marcador con un cabezazo de Samir que significó el 1-0.
El golpe recibido generó la reacción en el conjunto visitante. Lecce tan sólo demoraría cuatro minutos en poner las cosas como al principio: por una mano dentro del área, la visita contó con un tiro penal del que se haría cargo Marco Mancosu, definiendo al medio para establecer el 1-1 con el que terminaría la primera parte.
En la complementaria, el juego se desarrollaba de manera pareja. Lecce era quien tenía la pelota y buscaba el arco contrario pero sin descuidar el propio para no padecer otro gol en contra. El tiempo pasaba y no llegaban las ocasiones de claridad hasta que, a diez minutos del final, Gianluca Lapadula generaría una estupenda pared con Antonin Barak para terminar definiendo en soledad y celebrar el 1-2.
El grito de Lapadula fue el último de la noche en el Dacia Arena. Lecce supo remontar a tiempo para conseguir tres puntos vitales que lo estacionan a uno del Genoa (35 puntos contra 36), esperanzándolo con salvarse en la última jornada donde recibirá a Parma.