La temporada pasada el Lechero tuvo, en la fase regular, al equipo más goleador del campeonato. Cuarenta y ocho goles en treinta y cuatro partidos, tres más que Platense que terminó siendo campeón, fueron las dianas que anotaron los de Ezeiza con un binomio temible en los papeles y en la realidad. Sin embargo, no conformes con ello, la dirigencia sacudió la billetera y potenció el tren de ataque sumando un goleador implacable.
Cualquier equipo podía envidiar que Tristán Suárez formase siempre con dos delantero de renombre y con un olfato indiscutible. Luis Salmerón, ex Ferrocarril Oeste, y Luis López, con gran pasado en Temperley, fueron dos profesionales que a base de una gran trayectoria lograron colgarse el rótulo de temibles delanteros. Y sin que ninguno de los dos se vaya, el club sumó al ex Instituto y Estudiantes de Buenos Aires, Juan Martín. Como si algo faltase, el entrenador es nada más y nada menos que, Daniel Bazán Vera.
Si entenderá el «Indio» de goles que ya la ofensiva está cubierta y con creces para pelear de lleno el ascenso en la temporada entrante. El Lechero, que sufrió varias bajas pero ninguna de renombre, ya sumó cinco caras nuevas. Y a la ya mencionada del goleador que vino desde Barracas Central habría que añadirle un defensor central de terrible experiencia como Gastón Aguirre.
Los otros tres refuerzos de Tristán Suárez han sido Emiliano Carrasco que no seguirá en Platense, Leandro Díaz con pasado en Huracán y la Universidad Católica de Chile, y Tomás Avendaño. El conjunto de Ezeiza tendrá su primer compromiso oficial el próximo 22 de julio cuando, por los 32avos de final de la Copa Argentina, se enferente a Atlético Tucumán en el estadio de Arsenal de Sarandí.
