El volante debe regresar a Boca, pero el Matador quiere que siga jugando en el elenco de Victoria. Para ello, deberá renovar con el Xeneize. En Casa Amarilla no ven con malos ojos que el mediocampista siga cedido.

Con la gran cantidad de jugadores que tiene Boca, el club fue cediendo distintos jugadores para que ganen rodaje en otros equipos y puedan volver potenciados. Esto para primero que tengan roce con clubes que no militen en la División Reserva o mismo que puedan ganar minutos en cuadros más chicos.

Uno de esos casos fue Ezequiel Fernández. El volante apareció en 2021 después de la eliminación de Boca en Brasil por Copa Libertadores. En aquel entonces demostró un buen nivel, pero la superpoblación en la mitad de la cancha de alguna manera encendió las alarmas para buscarle un préstamo y que pueda desarrollarse mejor.

Tigre vio con buenos ojos incorporarlo y allí pudo sumar muchos minutos. El rendimiento fue el esperado y mostró pinceladas de que podía ganarse su lugar en Boca. El 31 de diciembre se le vence el contrato con el Matador y si lo quieren de nuevo habrá que sentarse a negociar.

El tema es que en Boca el vínculo tiene vencimiento a finales de 2023; entonces si no es tenido en cuenta por Hugo Ibarra y el Xeneize decide volver a cederlo, deberá renovar antes de partir. Seguramente el Consejo y el representante lleguen a buen puerto y será cuestión de días para que esta cuestión se finalice. El tema estará en que no aparezca otro equipo interesado o bien que Ibarra lo declare imprescindible.