El Fortín, que jugó con diez casi todo el partido por la expulsión de Nicolás Garayalde, empató 0-0 con el Matador que lleva cuatro partidos sin ganar.

En la situación crítica que está atravesando Vélez, sumar de a tres es una urgencia. Sin embargo, por cómo se desarrolló el partido, la unidad que se lleva para Liniers puede valer oro porque rescató un 0-0 en su visita a Tigre y, por el momento, salió de la zona de descenso.

El encuentro comenzó muy favorable para el Matador. Alexis Castro probó desde afuera y la pelota se fue por encima del travesaño. Luego, a los seis minutos, se equivocó en la salida el Fortín y Nicolás Garayalde derribó antes de ingresar al área a Nicolás Reniero. Para el árbitro, fue último hombre y el VAR no lo llamó, por lo que el mediocampista vio la roja.

Desde ahí, se le hizo cuesta arriba al conjunto de Liniers y apretó sus líneas para intentar aguantar. Por su parte, el local volcó la ofensiva por su izquierda, pero no tuvo ideas. Múltiples centros que no llegaron a destino y casi no tuvo superioridad numérica en el ataque.

Recién en el complemento José Paradela volvió a sacudir y encontró la respuesta de Gastón Gómez. El desgaste físico se notaba con el correr de los minutos en el elenco de Sebastián Méndez. Aunque alcanzó a convertir, pero fue anulado por la tecnología por offside de Santiago Castro. A los de Lucas Pusineri ni los cambios hicieron allanarle el camino.

Tigre alcanzó los cuatro partidos sin ganar (donde ni siquiera convirtió) y sigue cayendo en la tabla. Vélez sumó un buen punto por lo que fue el duelo, lo que le permitió salir de la zona de descenso por el momento. Eso sí, necesita el triunfo cuanto antes.