Un estrés muscular lo alejó de las canchas después de la derrota de los Citizens ante Aston Villa en diciembre pasado. Erling Haaland se perdió el Mundial de Clubes, tampoco logró ser el goleador del 2023, y recién regresó a las canchas el último día del primer mes del año.
Pasaron exactamente 56 días desde la última vez que el gigante noruego estuvo dentro de una cancha mostrando su talento. Nadie imaginó que esa molestia en el pie lo mantuviese alejado del fútbol durante casi dos meses después de ese 1 a 0 de los Villanos al Manchester City un 6 de diciembre.
Pep Guardiola no lo quiso arriesgar por FA Cup aunque ya había declarado que Haaland estaba recuperado y que seguramente tendría minutos ante Burnley. Este miércoles lo llevó al banco de suplentes pero cumplió con su palabra y lo hizo entrar a los 25 minutos del segundo tiempo para que vuelva a ser feliz en el verde césped.