El Sol de Mayo se asocia al comienzo de la independencia Argentina, un 25 de Mayo de 1810. Pero este martes 25 de Mayo nos recuerda también a otro emblema nacional, Diego Armando Maradona, a seis meses de su partida.
“Diego me dijo que si moría era su problema”, declaró el médico Leopoldo Luque, investigado por la justicia como responsable de la muerte de Maradona. En una de sus pocas apariciones públicas tras lo ocurrido, comiendo por televisión el último fin de semana, el profesional habló en nombre de un fallecido.
Pero aquí no nos importa, ni tampoco nos importó en su momento, señalar con el dedo. Señalar con el dedo es lo que hicieron durante más de 40 años los jueces morales de la vida de Diego Armando Maradona, los que se encargaron, desde un pedestal invisible, de enfatizar la necesidad de separar a la persona del jugador.
Del 25 de noviembre del 2020 nos queda una daga clavada en el corazón, una catarata de expertos sobre lo ajeno, y muchos indignados por lo ocurrido el día siguiente. Maradona vivió en los medios desde aquel 28 de septiembre de 1971, cuando la sección Deportes del Diario Clarín publicó un recuadro sin firma destacando a “Diego Caradona”, el pibe que hacía jueguitos en los entretiempos de Argentinos Juniors.
La muerte no frenó las cruentas páginas y horas televisivas que se siguen llenando con Maradona. Que la herencia, que los herederos, dinero. Buscando culpables e inocentes, tanto familiares cercanos como comunicadores de toda índole.
Pero también nos queda amor, mucho amor.
Estás líneas son inútiles, o mejor dicho sirven solo para lo que muchos haremos hoy, hicimos ayer y difícilmente dejemos de hacer: recordar. El recuerdo nos sostiene, y mantiene cerca a quienes no están, o hasta incluso a quienes nunca tuvimos cerca.
Te recordaremos hasta el último de nuestros días, Dieguito.
