Napoli no dio la talla en el Maradona y Milan confirmó su clasificación a las semifinales de Champions League empatando en el desquite para conquistar el global. El segundo máximo campeón en la historia del torneo vuelve a meterse entre los cuatro mejores.
La serie entre Napoli y Milan mantuvo mucho de los condimentos que había mostrado la semana pasada en San Siro. Los partenopei salieron muy enchufados, dispuestos a comerse la cancha, pero fallaron en las inmediaciones y fallaron a la hora de dar el toque final.
Milan, refugiado en campo propio, fue letal en sus primeros avances. Cuando peor la pasaba el equipo de Pioli, Mário Rui cometió un insólito penal por infracción sobre Rafael Leão. Olivier Giroud cobró la boleta pero Alex Meret adivinó la punta, rebotando con buena maniobra el zurdazo del francés.
Parecía que Napoli recargaba su ilusión pero la mala administración de un taque puso alfombra roja a la tremenda jugada de Leão. El portugués interceptó en campo propio para avanzar con mucha potencia, y talento, al área de Napoli, allí donde tocó al centro para que Giroud cobre revancha con buen zurdazo contra el arco desprotegido.
Ganaba Milan el chico y se ponía 2 a 0 en el global, obligando a que Napoli meta dos goles para aspirar a igualar la serie.
Ya en el complemento los azzurri duplicaron esfuerzos pero fallaron en al zona más caliente, en el jardín del impoluto Mike Maignan.
Kvaratskhelia buscó ser bandera de la remontada pero tras armar dos excelentes jugadas en el ingreso al área definió muy mal de cara al arco.
El tiempo fue aliado de Milan, que defendió con argumentos sólidos su diferencia y propuso intensidad ante un Napoli al que le faltó fuego, y le sobraron dudas a la hora de definir.
Pero los partenopei tuvieron su bala de plata a diez del cierre, tras mano de Tomori por centro bajo de Di Lorenzo. El juez no dudó en sancionar penal y Kvicha Kvaratskhelia tuvo en sus pies el descuento.
El georgiano remató forzando otra intervención de Mike Maignan, posiblemente una de las figuras, sino la gran figura, de esta serie. Imbatible en Milán, imbatible en Nápoles.
Y Napoli terminó anotando por peso propio, un pequeño premio a su búqueda, gracias a que Victor Osimhen, ausente por lesión en la ida, anotó de cabeza casi en la última pelota.
El 1 a 1 no impidió el triunfo y la clasificación de Milan, que vuelve a semifinales de Champions tras la temporada 2006/2007, misma en la que consiguió su séptima y última Orejona.
Napoli cayó de pie en la mejor temporada de Champions de su historia, aunque le quedará la espina de saber que con poco más podría haber clasificado.