Nada quedó de aquél Candombero que la semana pasada nomás goleó al poderoso Deportivo Riestra. Dura derrota en Remedios de Escalada y pasiva caída frente al Quemero que, con muchísima prolijidad, pegó en los momentos justos y cantó victoria en el Osvaldo Baletto. Los de San Isidro derrotaron por 2 a 0 al elenco de Eduardo Pizzo en Isla Maciel y treparon al tercer lugar de la tabla de posiciones.
La irregular temporada de la Primera B Metropolitana permitió que Acassuso, después de seis encuentros consecutivos sin victorias, hayan quedado solamente a cuatro puntos de la cima. El equipo de Rodolfo Della Picca se aprovechó de un flojísimo mediodía de San Telmo que tuvo la pelota pero dependió constamente de lo que pudiese ingeniar el ex Nueva Chicago, César Carranza.
El Quemero embocó la primera que tuvo. No había inquietado a Marcos Cordero hasta los 26 minutos de la etapa inicial. Sin embargo, de un tiro de esquina que pudo haberse evitado, llegó el envío aéreo de Esteban Pipino para que Agustín Benítez de cabeza pusiera el 1 a 0 parcial. Hasta ese entonces las jugadas en ofensiva le correspondieron al dueño de casa que desbordaba por el flanco derecho con Lucas Arce, apostaba al calvo Carranza, pero no podía batir la resistencia de Carlos Kletnicki.
Con el 1 a 0, Acassuso tuvo una gran oportunidad para estampar el segundo tanto antes de irse al descanso. Otro córner de Pipino cayó en los pies de Adrián Reta. El ex defensor de Colegiales y Platense enganchó el esférico de volea y obligó a la formidable reacción de Cordero que desvió el excelente remate por línea de fondo. San Telmo, sin ideas, marchó hacia los camarines y Pizzo metió mano en el equipo permitiendo el ingreso de David Zarco y Brian Benítez.
En la complementaria el control total fue del local pero sólo en cuanto a la tenencia del balón. Carente de iniciativa, los de Pizzo tuvieron un débil disparo de Carranza y una, un poco mejor, de Zarco. «Fito» Della Picca, sin despeinarse, le bajó la cortina al juego cuando dispuso el ingreso de Agustín Auzmendi que le cambió el rostro a la ofensiva visitante. Una de las primeras pelotas que tocó fue una asistencia perfecta para Maximiliano Serrano que definió aún mucho mejor incrustando la bola contra la base del poste derecho del arco de Cordero para marcar el 2 a 0.
El Quemero pudo aumentar la diferencia con otra gran acción de Auzmendi quien desbordó por banda derecha y descargó hacia el medio. Sin embargo, en un doble intento frente al arco, le taparon justo el remate a Pipino y luego el guardameta del Candombero se jugó la vida para cubrir con todo su cuerpo lo que era el zapatazo definitivo del ex Fénix, Lautaro Schinnea.
San Telmo se entregó por completo y en ningún momento molestó al otrora arquero de Gimnasia La Plata y Villa Dálmine. Así dejó una pálida imagen sobre su gente que rápidamente olvidó aquél glorioso triunfo ante Riestra. Acassuso, en contrapartida, volvió a sonreir. Con un libreto digno de «Fito» Della Picca, los azules se llevaron tres puntos para San Isidro con un efectivo 2 a 0 que estuvo plagado de orden y progreso.