En su último partido de preparación antes de que inicie su temporada de manera oficial, San Lorenzo recibió a Peñarol en el Nuevo Gasómetro. Todo parecía que quedaba igualado, pero los cambios que hizo el Ciclón le permitieron golear al equipo uruguayo. Fue 3 a 0 para el local gracias a un doblete de Nicolás Reniero, y a otro de Gabriel Gudiño.
Tarde más que agradable en el Bajo Flores. Un sol radiante, sin una nube, hacía un poco más alentador el horario extraño de las 13 horas. Sin embargo, era el último partido que tenía Diego Aguirre para probar variantes, y en especial a las nuevas caras, con las que contará para el próximo semestre. Sobre todo, porque en frente tenía un rival de los más importantes del continente, y que no existe la palabra «amistoso» en su vocabulario.
En cuanto al encuentro, ambos comenzaron repartiéndose la pelota, aunque eran los charrúas quienes jugaban más cerca del arco de Nicolás Navarro, aunque con poca profundidad. Sin embargo, la primera ocasión fue para el local gracias a una buena jugada individual de Bautista Merlini, que con una asistencia de taco, habilitó a Gabriel Rojas y envíe un centro que no pudo ser conectado de forma correcta por Nicolás Blandi, y su remate salió a penas desviado. El Carbonero, que fue acompañado por un gran número de hinchas, respondió sobre la media hora cuando Marcos Angeleri cometió una falla defensiva, y provocó que Cristian Palacios quedará solo de cara al gol, pero el defensor se repuso y le punteó el balón antes de que saque su disparo. Sobre el final de esa primera mitad, los uruguayos tuvieron una chance más para intentar irse al descanso en ventaja cuando Walter Gargano remató desde afuera del área, la pelota se desvió en una pierna y exigió una gran respuesta de Nico Navarro, que envió el balón al córner.
En el complemento, la cosa no cambió demasiado. Los dos se prestaban la posesión, y se jugaba lejos de los arcos. Leonardo Ramos realizó varias modificaciones (Máxima Rodríguez ingresó en el entretiempo y jugó todo el segundo tiempo), pero no encontró una mejoría en sus jugadores, sino que empezó a involucionar. Caso contrario sucedió con los de Boedo, que primero, con los de Alexis Castro, Gonzalo Rodríguez y Víctor Salazar, tuvo otro aire; pero terminó por plasmar la diferencia en el resultado cuando Rubén Botta, Nahuel Barrios, Gudiño y Reniero saltaron a la cancha a falta de un cuarto de hora para el final.
A los 32 llegó la apertura del marcador: Reniero recibió afuera del área, y con un toque se acomodó para definir de zurda, y poner el 1-0 en su primera pelota que agarraba. A los 40, el Ciclón se volvió a anotar en el marcador con una jugada que inició Botta, que Barrios mandó al área, y Gudiño aprovechó para fusilar a Kevin Dawson y estirar la ventaja. El Manya perdió los estribos y se olvidó del amistoso, y jugó con mucha pierna fuerte, a tal punto que Ramón Arias vio La Roja por una tremenda patada sobre Botta. Parecía que era todo, pero a los 43 llegó el último tanto de la tarde, y llegó de la cabeza de Nico Reniero, que apareció solo y venció a Dawson para cerrar la goleada.
Fue final en el Nuevo Gasómetro. Diego Aguirre se demoró en los cambios, y demostró que tiene un buen recambio en el banco. Fueron los suplentes quienes le cambiaron la cara al equipo y los que definieron el partido. Ahora se viene Emelec, en la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores. Será el próximo jueves y la idea del DT uruguayo es repetir el mismo equipo que salió a la cancha en este amistoso con: Navarro; Díaz, Angeleri, Caruzzo, Rojas; Mercier; Cerutti, Mussis, Belluschi, Merlini; Blandi.
