Los Verdes no ganaron ningún partido de la Ligue 1 hasta el momento y con solo cuatro puntos de treinta posibles, generaron la furia de sus fieles seguidores. Previo al inicio de la undécima fecha en Francia, los fanáticos arrojaron una lluvia de bengalas al campo de juego que demoraron por una hora el inicio de la contienda ante Angers.
Enojados, los hinchas del Saint Etienne se hicieron escuchar en el Stade Geoffroy-Guichard. Ganadores de diez torneos en la elite del fútbol galo, la escuadra de la región Ródano-Alpes sufrió durante las últimas cuatro décadas una sequía inesperada de alegrías quedando por allí un subcampeonato de la Copa Francia el año pasado.
Esta temporada, los Verdes no tuvieron el mejor de los inicios. Invictos en las primeras tres fechas a puro empate eran la gran incertidumbre sobre cómo podría caer la moneda. Y la misma besó el suelo con seis caídas y una parda en los siguientes siete encuentros que desataron la furia de sus seguidores.
Previo al inicio del encuentro ante Angers, inundaron el césped con una lluvia de bengalas. Algunas rompieron las redes que fueron reparadas de inmediato. Luego, los cancheros tuvieron que trabajar en mejorar el césped que se había quemado con estos artefactos. Cuando Antony Gautier tuvo la orden de los organismos de seguridad, una hora después del horario previsto para el inicio, Saint Etienne pudo empezar su partido en búsqueda de la primera victoria.
