Pasó una vuelta completa del planeta Tierra respecto al sol para el Lila. Han sido 365 días desde aquél 9 de junio de 2017 en el que gritaban campeones en cancha de Dock Sud tras empatar 2 a 2 con los Inundados. Pero más allá del aniversario, en la retina del ascenso quedó para siempre la historia de un plantel que hizo más alegres los partidos de fútbol y les quitó dramatismo.
Comandados por Norberto D´Ángelo, los jugadores eran todos para uno y uno para todos. Tal vez les faltó salir disfrazados de Los Tres Mosqueteros pero a ese grupo era imposible reprocharle algo. Buena onda constante, una energía especial, y una comunión con los medios realmente única. Incluso hasta el community manager de las redes sociales de Sacachispas se sumaba a esta onda de humor, paz, y felicidad sabiendo que, cuando sonaba el silbato, había que salir a jugar y luego volvería el tiempo de descanso.
Para recordar aquella escuadra hay que destacar algunos resultados. Hugo Acevedo mantuvo la valla invicta en 16 de los 38 partidos. Entre Maximiliano Quinteros, Eduardo Dos Santos y Raúl Pérez anotaron 50 goles en igual cantidad de fechas lo cual, con tres hombres, te aseguraban un promedio de 1,3 tantos por encuentro. Pesaba la experiencia también de Darío Carpintero, Carlos Arancibia y Julio Serrano. Brillaba la frescura de Bryan Mendoza, Leonardo Domínguez y Gonzalo Minguillón. Y así se podría hablar de todo el elenco sin olvidarse de Gastón Arrieta, Braian Hollembach, Ezequiel Dos Santos y demás.
Rompieron esquemas. Salieron disfrazados de Conejos de Pascua, de Superhéroes, de Papá Noel. Posaron como pirámides. Su arenga en el vestuario antes de salir a la cancha era: «¡Qué sí, qué no, qué cómo putas no! El Lila, el Lila, rá rá rá. Lechuga, palmito y salsa golf, lechuga, palmito y salsa golf. Al Lila se lo respeta».
Magia. Magia pura que hoy cumple un año de haber logrado su doble objetivo. Uno sin dudas fue el ascenso a la Primera B Metropolitana. El otro, claramente, fue quedar en la memoria de todos los que aman el ascenso y el fútbol general porque ese Sacachispas versión 2016/17 será eternamente inolvidable.
