En el Monumental se impuso el equipo de Juan Manuel Sara por sobre el de Diego Dabove gracias a su goleador nacionalizado italiano que con una soberbia definición sentenció un encuentro polémico (dos goles anulados). Respira el Matador

En el Juan Domingo Perón se presentaban Instituto y Tigre en la jornada que abría el domingo de Liga Profesional. Sobre la parcialidad de la Gloria recayó la sanción de prohibición de banderas e instrumentos aunque la gente hizo su fiesta igual en los alrededores. Arrancó con ganas el local por el empuje de Alarcón de atrás más un Giuliano Cerato que se mostró siempre por derecha. Los de Sara se tomaron el tiempo para ir hacia adelante y cuando Molinas enganchó junto a Prieto fue que generó algo aunque más por los buenos movimientos de Mateo Retegui que buen juego. Al local le anularon un gol por offside de Martínez en un cabezazo previo y la visita con una buena maniobra se puso en ventaja gracias a una bocha filtrada y que Retegui rompió el offside para definir por encima de Roffo. El local, ya ungido, manejó la bola y primero con Lodico lo tuvo y una pifia increíble de Linares. No había tenido ninguna clara Maravilla aunque la última polémica fue por una mano que reclamó el punta dentro del área de Aguilera.

En el segundo tiempo lo siguió buscando la Gloria pero fallaba en la puntada final. Buena producción del arquero Marinelli que combinó buenas intervenciones con alguna salida floja en los centros. De contra salvó las papas con lo justo el equipo de Dabove que asumía el riesgo pero no podía acabar las buenas jugadas que hilvanaba en ataque. Un gran cabezazo del 9 encontró una justa respuesta del golero visitante que demoró el juego en cuanto pudo. Las variantes de Sara más allá de refrescar al equipo también respondieron a la obligación de contener a su rival. Tal es así que Obando terminó como lateral izquierdo. Cuando moría el partido se dio la otra gran polémica donde tras un centro vino una carga sobre el arquero y Martínez cabeceó al gol en el último minuto de tiempo regular. Echenique recibió el llamado del VAR, a cargo de Baliño, y anuló el gol por infracción. Eso desató la furia de los hinchas para con la terna.

Tigre ganó un durísimo partido gracias al enorme oficio de su delantero estrella más el aguante de Leizza atrás. Instituto chocó con las decisiones arbitrales más la falta de profundidad en los últimos metros.