«Permanecer en la categoría es nuestro objetivo. Confiamos en que es posible. Mañana estaremos atentos a nuestro partido, sin pensar en el resultado de Real Pilar», dijo Roque Drago, entrenador de Claypole, tras el triunfo vital por 2 a 0 ante Yupanqui, le permitió llegar con vida hasta la última fecha de la Primera D, donde deberá conseguir una victoria frente a Puerto Nuevo y aguardar a que el Monarca caiga frente a Lugano.
En la tarde del jueves, a partir de las 15.30, se pondrá en juego la jornada final y decisiva de la división menor del fútbol argentino. Los ojos estarán puestos en la zona roja, donde aún no está definido quien quedará desafiliado. El director técnico del Tambero, ilusionado y esperanzado con el futuro próximo, habló sobre los seis partidos que dirigió, de los cuales sacó 7 de los 18 puntos posibles, tras dos encuentros ganados, uno empatado y tres perdidos. «El equipo estaba muy golpeado y muy mal físicamente. Tratamos de plasmar un estilo de juego propio. Los jugadores confiaron en nosotros y eso se vio reflejado en los resultados. Por momentos se jugó bien y por otros no, pero el ánimo fue fundamental para salir adelante».
Acompañado por Domingo Acevey y Diego Oyhanart, tras haber pasado por Sacachispas, Deportivo Merlo, Oriente Petrolero (Bolivia) y su reciente ciclo en San Jorge de Tucumán, entre otros clubes, Drago contó su interés y cuál fue su fórmula para cambiarle el chip al equipo: «Desde que llegué, intenté ordenarlo y demostrarles a los chicos que se podía llegar hasta el final con posibilidades de permanecer en la categoría».
Los jugadores de Claypole, después del triunfo frente a Yupanqui, quedaron concentrados y tras el entrenamiento matutino tuvieron la posibilidad de quedar libres hasta esta noche, donde volverán a reunirse para seguir con la cabeza puesta en el partido más importante del año ante Puerto Nuevo.