River derrotó en el Monumental a Rosario Central con goles de Teo Gutierrez y Camilo Mayada. Así, el Millonario le quitó el invicto al Canalla y quedó a 3 unidades (debiendo aún el partido con Tigre) del líder San Lorenzo. Pero la noticia sobrepasó cualquier resultado: Pablo César Aimar volvió al futbol argentino, jugó los últimos 20 minutos y pudo vestir nuevamente la camiseta del club de sus amores. Sonríe la pelota, el Payaso está de vuelta.
Luego de la clasificación a la Semifinal de la Copa Libertadores, River volvía a jugar por el torneo en su estadio ante el Rosario Central de Eduardo Coudet. No era un partido más de la agenda… con varios condimentos, como la vuelta del «Chacho» al club con el que tantas alegrías vivió, con el festejo en las tribunas por la clasificación pero por sobre todo, con los dos equipos buscando un triunfo para quedar muy cerca del puntero, con el Canalla llegando a Buenos Aires con la condición de «único invicto del torneo», pero por sobre todo por Pablo Aimar, que volvía al banco Millonario luego de 15 años y recuperado de la lesión que lo tuvo a maltraer en su tobillo.
Pitazo inicial de Nestor Pitana para un partido que prometía emociones en la previa. Y rápidamente, las alegrías dirían presente en el Antonio Vespucio Liberti: a los 13 minutos Leonardo Pisculichi colocó una excelente asistencia para Teo Gutierrez, y el colombiano con un sutil toque por encima de Mauricio Caranta decretó el 1-0 para el equipo de la Banda.
Y solamente unos minutos después del primer tanto, el Millonario tuvo una clara situación para volver a convertir: en una combinación entre Gutierrez y Ariel Rojas, el volante quedó cara a cara con Caranta, pero el 1 del Canalla le ahogo el grito. Sin embargo, Central no iba a quedarse de brazos cruzados, y con el correr de los minutos fue ganando lugar en el terreno de juego y llevando peligro al arco de Marcelo Barovero. A los 25 minutos, Nery Dominguez haría lucir a «Trapito» con su remate, y la excelente intervención del arquero con su brazo derecho.
Solamente un cabezazo de Jonatan Maidana fue la última acción de peligro que tendría la etapa inicial. Cuando el reloj marcó 46 minutos, Pitana señaló la mitad de cancha y decretó el final del primer tiempo. Ganaba River, por la mínima, y Aimar se movía ansioso, con muchas ganas de saltar al terreno de juego, pero para eso, debía esperar un poco más…
La etapa complementaria arrancó con varias imprecisiones en ambos lados. Ni River ni Central lograban volcar todas sus cualidades deportivas que poseen sus jugadores, y demuestran semana a semana, ubicando a ambos conjuntos en la zona alta de la tabla de posiciones. Teo Gutierrez tuvo en sus pies la posibilidad de conseguir su doblete, tras un centro de Pisculichi, pero Caranta logró contener el tiro y salvar a su equipo.
Transcurrieron los minutos, y a los 29 llegaría la emoción más grande de la noche: Marcelo Gallardo llamaba a Aimar, para que el Cordobés ingrese en reemplazo de Pisculichi, y vuelva a vestir la camiseta que lo vio nacer. Con una emoción reflejada en su cara, el Payaso pisó el cesped del Monumental y hacía sonreír a todo el mundo amante de la redonda.
Aunque Rosario Central pretendía ahogarle la fiesta a River, y conservar su invicto. Por eso, primero con un remate de César Delgado y luego con un cabezazo del pequeño Franco Niell, Barovero lograba lucirse y ganarse la ovación de todos sus hincha. Pero con el tiempo cumplido, a los 45, y luego de un centro desde la derecha de Augusto Solari, Lucas Boyé -ingresado en lugar de Fernando Cavenaghi- cabeceó un tiro al palo, y en el rebote Camilo Mayada se llevó la pelota con el pecho para decretar el gol que liquidaba la historia. El uruguayo conseguía su primer gol oficial con la camiseta de River.
No hubo tiempo para más. Fue final y victoria para River por 2-0, aunque el resultado no fue del todo justo, debido a la propuesta del Canalla a lo largo de todo el partido. Pero poco le importaba eso a todos los jugadores e hinchas que deliraban por una nueva victoria, y por sobre todo, la vuelta de Aimar. Con estos 3 puntos, River llegó a los 28 y se ubica a tan solo 3 de San Lorenzo, debiendo su encuentro con Tigre. Por su lado, el equipo de Coudet cayó derrotado por primera vez en el torneo y quedó con 27 unidades.
Lo cierto, es que el nacido en Rio Cuarto volvió a jugar. Volvió a lucir la camiseta de River, con el número 35 en la espalda. Volvió a sonreír, con la pelota a sus pies, como hizo a lo largo de toda su carrera. Bienvenido Payaso, gracias por volver para animar esta fiesta.