Aldosivi le volvió a complicar la existencia a River en el mítico Monumental. El empate dejó al Tiburón como el ganador de la tarde en su primera visita a la casa del Millonario -a pesar de adelantarse en el marcador-. Así como Furíos, Zunino y Gigli habían sido los verdugos de la Banda en el Nacional B, ahora Pablo Lugüercio se suma a la lista de goleadores ante uno de los gigantes con la casualidad de que todos los goles ante el mismo rival fueron de cabeza. River tuvo más la pelota pero presentó dudas en el ataque y sólo rescató un punto en Nuñez.
El «karma» millonario. En la segunda categoría no lo pudo vencer: perdió en San Lorenzo y empató en la Costa Atlántica. Los dirigidos por Marcelo Gallardo se sintieron protagonistas en casi todo el partido con la tenencia de la pelota y con la creación de juego por las bandas pero las ocasiones no inquietaron demasiado a Pablo Campodónico, sólo con disparos frágiles de Driussi. Con tantas confusiones para atacar, el Tiburón golpeó fuerte en un córner con una palomita hacia adelante de Pablo Lugüercio, que se metió en el segundo palo de Marcelo Barovero. Las dudas cayeron en el dueño del hogar y no provocó mucho más para la igualdad.
Desarrollo cantado. La lógica adelantaba a un River comiéndole los talones a su rival y a un Aldosivi en la espera de alguna contra. El complemento fue así. Mora y Driussi generaron sus chances sin hacer volar a Campodónico pero la visita tuvo la suya con José Sand, que no pudo rematar al gol por arriba de Barovero. El empate llegó de la mano de Rodrigo Mora con un pase en profundidad y un cachetada al balón a un costado del arco. Era el resultado más justo. Pero aún más, por buscar la victoria, la Banda dejó espacios atrás y casi lo pierde de no ser por «Trapito» que le tapó un balón bárbaro a un imparable Roger Martínez. Sobre el final y sin ninguna incidencia en el partido, Gabriel Mercado habló de más y se retiró con una expulsión por doble amarilla.
La sonrisa se fue para Mar del Plata. Aldosivi se resiste a caer frente al Millonario y ni el estadio Monumental (jugó por primera vez allí) lo achicó. River no fue el mismo que ganó todo y penó en la definición. Así, el Marplatense usó otra vez la cabeza como en los otros tres goles del Nacional B y le sacó una unidad en la propia casa del gigante. Es fuerte, es grande, es la cabeza del Tiburón.
