El máximo goleador de la Selección de Inglaterra ya estaba listo para recalar en la capital española y todos los cañones apuntaban a que, la salida de Karim Benzema, pusieran el foco en llevárselo cuanto antes para evitar que otra institución se meta en la disputa.

Con el correr de los días, la llegada de Harry Kane al Real Madrid se enfrió. Si bien Carlo Ancelotti necesitaba un centrodelantero para suplir la ausencia del ariete nacido en Lyon, puertas adentro sostuvieron que el británico podía estropear financieramente un arribo de Kylian Mbappé a futuro.

Hasta ese entonces, en la Casa Blanca nadie sabía (o al menos podían tener noción pero no lo vociferaban) que el rumbo cambiaría drásticamente en cuestión de días. Incluso, el fin de semana se había hablado de Randal Kolo Muani por su cotización más accesible.

La bomba del mercado estalló el lunes cuando Mbappé aclaró que no renovará con el Paris Saint-Germain lo cual obligó a Florentino Pérez a mover todas sus fichas para hacerse de los servicios del atacante francés. Y entre ello más el arribo de Jude Bellingham, todo indicará que Harry Kane pasaría al olvido.

Real Madrid ya abrochó a la joya del Borussia Dortmund, se aseguró un par de caras nuevas que a su vez eran viejos conocidos, mantuvo a las dos estrellas brasileñas en ofensiva, y ahora buscará sacudir el mercado de pases en Europa con la contratación de Mbappé.

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