Un frente de tormentas sacudió a la región del Río de la Plata desde la noche del viernes y puso en jaque a varios encuentros amistosos para este verano tan sofocante como loco. Por la Copa Atilio y Morena se iba a disputar el Superclásico de Uruguay pero la lluvia y los rayos privaron a todos de ver el final de semejante espectáculo en el mítico estadio Centenario.
Nacional y Peñarol igualaban sin goles en Montevideo. Todo parecía indicar que el derbi iba a terminar sin mayores inconvenientes en una nueva fiesta del fútbol rioplatense. No obstante, así como a veces son los disturbios los que detienen las acciones, el árbitro acertó en frenar el pleito para preservar la integridad de los protagonistas cuando iban 35 minutos de la complementaria.
De repente la tormenta eléctrica pasó a ser protagonista de un clásico que no tenía muchas emociones dentro del campo de juego pero que, de todos modos, todavía tenía mucha tela por cortar. Los de Pablo Repetto por un lado y los de Mauricio Larreiera por el otro acataron las indicaciones de las autoridades. Y mientras las imágenes de TV eran elocuentes con los refucilos cayendo detrás de las tribunas del Centenario, tanto el Bolso como el Manya se fueron a sus casas sin terminar la contienda que iba 0 a 0.
