La última gran imagen que tuvo el público argentino de Rodrigo Palacio fue el mano a mano que falló en la final del último Mundial contra Alemania. El «era por abajo» que se difundió a modo de broma contra el ex Huracán de Tres Arroyos, le pasó factura a quien en ese entonces era atacante del Inter de Milan, ahora milita en el Bologna y sonó como posible refuerzo de la Academia.
Las noticias en Racing corren por debajo de la mesa. La comisión directiva tomo la decisión, junto a Diego Milito como mánager, de no filtrar nombres para no entropecer ningún tipo de negociación. Y el Príncipe ya se encargó de mover su agenda para que la escuadra de Avellaneda pudiese sacudir el mercado de pases después de un irregular 2017.
El nombre de «La Joya» Palacio fue uno de los que se escaparon por los pasillos del Cilindro. Otro, en busca de mayor ruedo sobre todo en el año del Mundial, fue el de Sergio Romero. «Chiquito», surgido de la cantera de la Academia, fue tentado para retornar pero el guardameta no ve con buenos ojos el hecho de volver a país si es que sueña con defender al Seleccionado Nacional en Rusia 2018.
La danza de profesionales en el mercado de pases incluyó más jugadores. Existió un sondeo por Alejandro Donatti, ex Boca Unidos de Corrientes, que actualmente está en los Xolos de Tijuana. Y si bien no habría problemas económicos para ponerse de acuerdo es el central quien por el momento no tomó la decisión de concretar la transferencia.
En cuanto al éxodo de jugadores, Santiago Rosales es pretendido por Olimpia de Paraguay mientras que Andrés Ibargüen viajará para sumarse al América de México. Otro que seguirá con destino internacional es Juan Ignacio Dinenno que tuvo una formidable temporada en el Deportivo Cuenca y quedó próximo a firmar con el Barcelona de Guayaquil.
Ante este panorama, las bajas en Racing salen en todos los medios pero los arribos continúan bajo siete llaves. El silencio es el arma que usará el «Príncipe» para que nadie se interponga entre el club y la negociación. Aunque se filtren nombres por abajo como el de Palacio.
