RACING: EL PERIODISTA QUE RECORRIÓ LAS ISLAS MALVINAS CON LA CAMISETA DE LA ACADEMIA

Tras su manto de neblinas, no las hemos de olvidar. Cada 2 de abril, el calendario criollo invita a la reflexión, al recuerdo, al homenaje. Gabriel Arias, nació cinco y años casi dos meses después del final de la última guerra que se vivió en suelo argentino pero vivió una experiencia tan inolvidable como los archipiélagos que se reclaman más desde el alma que desde lo diplomático.

Periodista e hincha de Racing, un viaje en crucero lo terminó sorprendiendo. El buque zarpaba desde Buenos Aires hasta Valparaíso, en Chile, con una parada en las Islas Malvinas. Era el momento para conocer el suelo más querido de la patria en la extensión. Y el colega, con su indumentaria de la Academia, salió a recorrer las calles plagado de sentimientos que terminó explicando a Vermouth Deportivo.

  «Todo argentino debería conocer las Islas. Deberíamos saber qué son, cómo son, qué hay, qué significa que en un suelo tan cercano haya solamente autos con patente británica por ejemplo» expresó Arias que, a casi una década de aquél viaje, reflexionó sobre todo lo acontecido: «se aprende muchísimo y sentís muchas cosas, eso no te lo va a sacar nadie. A mí me cambió la cabeza porque lo pasás a vivir en carne propia. Y le das importancia a los veteranos, los recordás como héroes de guerra porque cuando estás pisando esos lugares te cae todo el peso de lo que pasó»

Vermouth Deportivo: ¿Qué sentiste al pisar el suelo de las Islas Malvinas con todo lo que ello conlleva para un argentino?
Gabriel Arias: Es muy raro. Es una sensación extraña que me había pasado quizás cuando tuve la oportunidad de recorrer lugares simbólicos de la Segunda Guerra Mundial. Era caminar por un lugar donde pasaron muchísimas cosas y lugares donde sabíamos que había muerto gente. Cuando vos sabés que en el lugar donde estás pisando murió gente, lo torna una experiencia muy significativa, muy profunda. Lógicamente saber que murieron muchísimos argentinos te toca incluso sin vivirlo porque yo nací en 1987. Fue fortísimo desde que pisamos hasta que nos fuimos.
VD: ¿Qué fue mostrarle a todo el paisaje de las Islas Malvinas la camiseta de Racing?
GA: Lo de la camiseta de Racing lo tomé completamente como algo natural. Caminé tranquilamente por el paisaje de las Islas Malvinas. Visitamos los museos, algunas cosas históricas que había ahí, algunos restos de avión, de materiales que se usaron en la guerra como cascos, uniformes, armas. Había muchas cosas argentinas y en ese caso era bastante particular porque yo esperaba ver bastante de los ingleses y no. Había muchas cosas en castellano, ni siquiera tenías que leerlo en inglés. Estaban los discrusos de los dictadores, estaban las noticias, los diarios que en ese momento circulaban en Argentina. Todo eso estaba a disposición del museo de Malvinas.
VD: ¿Qué imagen te llevaste de Islas Malvinas?
GA: La imagen de la Isla es bastante triste. Es un lugar muy inhóspito, es un lugar que por el viento que hay no crecen árboles. Los únicos que crecen son los que fueron plantados y cuidados, en este caso, por los kelpers. Pero naturales no, no hay vegetación como nosotros la conocemos. Por eso, es un paisaje muy desolado y es un paisaje triste desde mi punto de vista. Y si a eso le sumás que muchos lugares no podés circular porque hay minas, porque en ningún momento fueron rastrillados. Son lugares en los que simplemente no accedés por el riesgo que conlleva pisar una mina que está ahí desde la guerra. Eso lo hace tremendo, es fuerte. No se puede creer que tantos años después no hayan rastrillado la zona para sacarle las minas, pero es real. Hay lugares a los cuales, caminando no podés llegar.
VD: ¿Qué te genera saber que la camiseta de Racing tocó suelo argentino en Islas Malvinas?
GA: Saber que la camiseta de Racing estuvo ahí, en su momento no lo pensás. Después, con el paso del tiempo y el otro día que lo recordaba, es muy lindo saber que caminé por esas calles con la camiseta de Racing. Me encontré con otro pasajero del crucero que tenía otra camiseta de Racing, la suplente de Nike que era parecida a la de Croacia. Nos dimos un abrazo y nos sacamos una foto. Pero con los años se torna mucho más significativo, tal vez es un lugar que no vaya a volver pero saber que un pedacito de Racing estuvo ahí y que lo haya podido llevaro yo es un orgullo. Y a la vez es una sensación muy rara porque nunca me imaginé hacerlo, nunca me imaginé que las iba a conocer y las conocí. Saber que Racing estuvo ahí es reflejar lo que sentimos los hinchas de Racing, que en cada rincón, en cada lugar, y sea bajo las condiciones que sean siempre habrá un pedacito de Racing en todo el mundo.

Acerca de Marcelo Patroncini 20423 Articles
Nació en agosto de 1982. Leonino y soñador. Desde chico jugaba a ser periodista con la máquina de escribir que había en su casa. Amante del fútbol, la gastronomía y los viajes. En 2005 fundó Vermouth Deportivo junto a Fran Alí.
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