RACING: «EL DEL ´CHANGO´ FUE UN GOLAZO DE ESOS QUE NO TE PODÉS OLVIDAR EN TU VIDA»

En Avellaneda, promediando la década del sesenta, los tiros de esquina se celebraron como si el árbitro estuviese sancionando un penal. Racing había trabajado de manera superlativa el cabezazo y los relevos que hasta era común ver a los centrales en el área rival convirtiendo tantos para el inolvidable «Equipo de José». El cerebro de ese equipo, sin dudas, era el entrenador. Delantero implacable en sus épocas de jugador, Juan José Pizzuti siguió brillando cuando tuvo que calzarse el buzo para quedarse del otro lado de la raya de cal. La Academia, con «Tito» al mando, se convirtió en el primer campeón mundial del fútbol argentino. Sin embargo su táctica y estrategia ya había revolucionado el deporte. Vermouth Deportivo conversó con semejante gloria en el emblemático Café Tortoni en pos de recordar aquellas épocas.

Vermouth Deportivo: Llegó a Racing en un momento complicado y de a poco, con trabajo, lo llevó a lo más alto del fútbol mundial. ¿Cómo recuerda el proceso?
Juan José Pizzuti: Racing andaba mal pero empecé ganando y eso ayuda mucho. Me ayuda a mí, al jugador, a la hinchada. Y así fue que fuimos haciendo esa campañita, en la primera rueda ya llevábamos 18 partidos sin perder. A partir de ese entonces fue tomando volumen, la gente empezó a corear mi nombre como «El equipo de José» pero no era mío, era el equipo de todos. Y bueno, se fue haciendo lo que se podía en malas condiciones económicas, se pudo traer gente, se pudo dejar que otros se vayan. Después empezamos a ganar sin parar y cuando sucede eso ya  no
tenés a un jugador, tenés a Tarzán en la cancha. El equipo entraba a la cancha y a los 20 minutos ya metía un gol porque se iban todos adelante. Era un estilo nuevo de jugar, nada del otro mundo, pero sí coordinado. Una de las grandes victorias de Racing fue tener gente preparada para cabecear y también los relevos, jugadores que iban y venían. Rulli y Mori hacían los relevos en todos lados y atacaban por la punta que, hoy en día, ya no ataca nadie. Incorporé también a Maschio que aportó su calidad de veterano y cuando lo traje me querían matar porque él no estaba jugando en Italia. Le dije: «Traigaló Saccol si no le sale nada, ¿qué le sale? ¿un contrato? ¿con cuántos contratos se equivocó acá?. Traigaló bajo mi responsabilidad» (NdR: Santiago Saccol era el presidente de la institución en ese entonces). Lo puse en Primera, justo debutamos con Chacarita e hizo el gol él.
VD: También a los jugadores se les exigía de otra manera a pesar de estar en una buena racha…
JJP: Les exigía porque pueden más, uno jugó 15 años profesionalmente. No te pueden engrupir, pueden tener un día malo. Pero si es reiterado hasta la gente se da cuenta.
Vermouth Deportivo: Roberto Perfumo siempre cuenta una anécdota en la cual Racing ganaba por goleada en un primer tiempo y Usted, en el entretiempo, les dijo: «¡¿qué esperan para ir arriba, cagones!?»
Juan José Pizzuti: No, era decirle «cagones». A Perfumo le decía: «estás tomando sol ahí abajo, no llegan nunca, andá arriba». Hay que destacar la parte alegre que teníamos a pesar de ser un equipo bravo. Yo tenía a Pastoriza y fue el primero que vendí. Uno porque tenía la propuesta ahí, y otra porque Pastoriza era de mandarte. Él venía y me decía «bueno, profesor, me voy a Mar del Plata» y yo le respondía que el miércoles a la mañana lo quería acá. Pero las multas las pagaban. Era un equipo de buenos muchachos con la viveza de pibes de 20 años.
VD: Siempre es importante recordar a «Tita» Mattiussi que fue vital en la vida de Racing y sobre todo para ese equipo. ¿Cómo recuerda «Tito» a «Tita»?
JJP: Uy, pero hablar de ella… para muchos, Tita, fue la madre. Acogía a todos, no sólo en esa época sino también cuando yo era jugador. Los padres eran maravillosos, me acuerdo del caballo Cecilio que usaban para cortar el pasto con la arrastradora que tenían. Racing tenía una gente magnífica. A Tita la llevamos a Europa invitada por el equipo con la multa que pagaban los jugadores. Y faltaba un poco de dinero pero lo pusieron también. «Tita» es un pedazo grande de Racing.
VD: ¿Cuántas veces soñó con el gol del «Chango» Cárdenas al Celtic?
JJP: Al «Chango» lo ponés sin arquero y por ahí no lo mete (risas). El del «Chango» fue un golazo de esos que no te podés olvidar en toda tu vida. Yo creo que es él quien tiene que soñar, no yo. Pateó ahí como también la podía haber mandado a la tribuna. Gracias a Dios entró ahí y, si Dios quiso que entre ahí, es porque lo merecíamos.
VD: Por último, ¿cómo vivió Usted el último título de Racing conseguido en diciembre de 2014?
JJP: Lo viví con mucha alegría porque Racing se lo merece. Es una institución grande, basta fijarse los hinchas que tiene, el socio, el simpatizante que apoya, grita y va. Y en este equipo, al principio, no creíamos, hay que decir la verdad. Porque vinieron muchos jugadores, el técnico nuevo, todo era incertidumbre. Pero a medida que fueron jugando, y los jugadores se fueron conociendo, las cosas empezaron a salir. El campeonato se lo mereció. Y la importancia de Milito, que pesa más por el título que por los goles que hace. Es un tipo que es un jugador de experiencia, en cuanto le das ventaja perdiste, es alguien que viene de Europa, no viene de acá a la vuelta.

Acerca de Marcelo Patroncini 20000 Articles
Nació en agosto de 1982. Leonino y soñador. Desde chico jugaba a ser periodista con la máquina de escribir que había en su casa. Amante del fútbol, la gastronomía y los viajes. En 2005 fundó Vermouth Deportivo junto a Fran Alí.
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