Más de quince colectivos que hicieron más de setecientos kilómetros para ver un partido que durante años estuvieron esperando. Hace exactamente un año, la Academia de Nueva Italia viajaba desde La Docta hasta la cancha de Arsenal de Sarandí para acompañar a sus jugadores en un cotejo frente al Ciclón por los 32avos de final de la Copa Argentina.
En total Racing de Córdoba y el Ciclón se habían medido 16 veces en Primera División pero no se veían las caras desde el lejano 1990. Veintiocho años más tarde, el sorteo del torneo más federal de todos permitió que ambos pudiesen cruzarse en una contienda que tuvo un colorido celeste y blanco descomunal.
Desde Nueva Italia llegaron más de tres mil fanáticos que acompañaron con envidiable fidelidad a los suyos. Esa noche la Academia formó con Calidad Rodríguez al arco, una línea de fondo con formidables apariciones de Rodrigo López y Juan Tejera como centrales así como la tarea de Hernán Olocco por una de las bandas y Maximiliano Villa por la opuesta. En el mediocampo tuvieron a una de las piezas más descollantes que fue Mariano Martínez acompañado por Pablo López, Favio Álvarez y Alejandro Luna. Mientras que arriba participaron sin gravitar Gonzalo Vaudagna y Ezequiel Ocampo.
Más allá de la derrota por 1 a 0, la banda que viajó a Buenos Aires no paró de alentar. Recordaron a Talleres, a Instituto, a Belgrano. Colgaron una bandera demostrando la grandeza del interior y la gran llegada a todo el país: «Mendoza presente». Tampoco faltó la infalible insignia de los Stones. Ni los tirantes. Ni la pirotecnia. Hace exactamente un año, Racing de Córdoba copaba Sarandí y demostraba estar más vivo que nunca.