El temporadal del sábado por la noche invitaba a quedarse en casa mirando fútbol y disfrutando de una jornada gastronómica. Sin embargo otra gran convocatoria del público de la Academia le permitió a su gente ver una goleada por 4 a 1 sobre el Gasolero en un partido que recién se abrió sobre el final del primer tiempo con una genial salida rápida de su arquero, Juan Agustín Musso.
Racing y Temperley no podían sacarse ventaja en el Cilindro de Avellaneda. La paciencia y el orden del elenco de Diego Cocca era una herramienta que, en parte tranquilizaba al dueño de casa pero también exasperaba a los presentes. El arco de Josué Ayala no pasaba ningún riesgo y sólo quien proponía algo era Lisandro López que se retrasaba a crear fútbol para el local. Por el lado de los hobmres de Gustavo Álvarez, las intenciones eran buenas pero les faltaba algo extra para poder lastimar al conjunto blanquiceleste.
El Celeste tuvo dos chances de abrir la cuenta. Ambas en los pies de Marcos Figueroa que, con un tiro libre que descolgó Musso, y un disparo que se fue por encima del horizontal fueron las interesantes propuestas del Gasolero que también apostaba al talento de Leonardo Di Lorenzo. No obstante, la línea de cinco de la Academia no le permitía internarse en el área.
La escuadra de Cocca defendía bien, atacaba con criterio, pero le faltaba oxígeno en el ataque. Hasta que a los 46 minutos del primer tiempo fue el arquero local quien sacó rápido apelando al contragolpe. Enrique Triverio no sólo entendió la jugada sino que aprovechó un fallido corte de Gastón Aguirre, una salida en falso de Ayala, y esquivando al arquero definió con todo el arco a su merced.
Racing pegó en el momento justo y se fue al descanso ganando por la mínima diferencia. Los fantasmas del partido contra Olimpo claramente podían aparecer en la mente de los jugadores pero, con muchísima altura, supieron cuidar la victoria y ampliarla con una clase de fútbol brindada en la complementaria. Temperley se jugaba a todo en el ataque y de contra, el dueño de casa liquidó la historia.
A los 19, una brillante acción persona del «Licha» López derivó en una pared que construyeron Triverio junto a Matías Zaracho. El juvenil surgido de las filas académicas dejó tirado en el camino al guardameta rival y acarició el esférico contra el fondo del arco para anotar el 2 a 0. Ya con ese resultado el local se floreaba y hasta se daba el gusto de estirar la ventaja con un exquisito tiro libre de Sergio Vittor que se incrustó contra el palo derecho de Ayala.
El Gasolero pudo descontar, cuando la lluvia era incesante, por un cabezazo de Ramiro Costa tras un lindo desborde de Ezequiel Montagna. Pero la ilusión de la heróica duró realmente poco ya que a cinco del final, el colombiano Andrés Ibargüen, empujó una asistencia de Augusto Solari y puso cifras definitivas en el Cilindro.
Temperley arrancó la Superliga con dos rivales de primer nivel pero sin sumar unidades a pesar de sus buenas intenciones. Racing, fue de menor a mayor, y esa calma que enloquecía se terminó transformando en un vendaval de goles para golear por 4 a 1 y seguir disfrutando del ballet de Cocca.