Patronato dio el golpe en el Centenario venciendo por la mínima a Quilmes gracias al gol de Nicolás Bertocchi en el cierre de la primera mitad. El Patrón, que terminó con diez por la expulsión de Maydana, cortó una larga racha sin triunfos en el momento justo, logrando tres puntos que lo dejan a pasitos de la salvación. El Cervecero desperdició muchas oportunidades claras y se mantiene en zona de descenso directo, cada vez con menos margen.
Los ojos del Fútbol Argentino puestos sobre lo que ocurría en el Estadio Centenario Ciudad de Quilmes, donde el Quilmes Atlético Club recibía al Club Atlético Patronato de la Juventud Católica de Paraná, Entre Ríos, en un cruce verdaderamente neurálgico pensando en la permanencia. El Cervecero necesitaba ganar para llegar a la próxima fecha con posibilidades de salir de la zona de descenso, dura tarea si tenemos en cuenta que el conjunto dirigido por Cristian Díaz solamente triunfó en dos de sus últimos dieciséis compromisos. Por su parte el Rojinegro se encontraba en una encrucijada matemática, más allá de sus doce cotejos sin conocer la victoria, puesto a que de conseguir las tres unidades el conjunto de Rubén Forestello quedaría a pasitos de la salvación. Sin embargo y en caso de caer derrota el Patrón finalizaría la Fecha 27 en puestos de descenso.
De movida el conjunto local quedaría a tiro de la apertura, corrían apenas tres minutos cuando Matías Pérez Acuña encontró un balón suelto dentro del área rival, sin embargo su derechazo terminó en el techo del arco defendido por Sebastián Bértoli. Patronato se mostraba veloz en la salida proponiendo pequeños momentos de intercambio golpe por golpe, pero los avances del conjunto paranaense finalizaban con chutes muy desviados.
Alcanzando la media hora de juego el conjunto visitante empezaría a ser más peligroso en sus ofensivas, primero con Nicolás Bertocchi rematando afuera en inmejorable posición. A los 37 entre Vera y Furios recuperan un balón en área propia para que este último lance un pelotazo más allá de la línea media. Fernando Telechea recibió para comenzar una carrera ofensiva hasta las puertas del área grande, donde limpió a su marcador con un amago y tocó habilitando el solitario ingreso de Nicolás Bertocchi. El barbudo recibió libre definiendo de primera con cara externa de su pie derecho, la globa pasó entre las piernas de Rigamonti antes de transformarse en el uno a cero.
Quilmes se lanzó con todo en los minutos previos al descanso empujado por el reclamo de su público, Maximiliano González culminó un ataque con buen tiro al arco pero Bértoli se lució con una atajada tremenda lanzando la pelota al córner.
Ya en el complemento las acciones se desarrollaron al ritmo del Cervecero. Para colmo y en apenas diez minutos Marcos Maydana, juvenil Rojinegro, vio dos amarillas que dejaron a su equipo con diez jugadores. Por su parte Quilmes seguía desperdiciando oportunidades, Bértoli se lo tapaba nuevamente a González pero Franco Negri erró increíblemente el rebote ante el arco vacío. Enseguida una acción que preocupó a todos, Matías Orihuela metió la pelota sobre la línea pero Patricio Loustau anuló la conquista a instancias de su asistente Espinoza por un existente fuera de juego. El asunto es que Iván Furios intentó evitar el tiro de Orihuela con mucha irresponsabilidad, pateando directamente la cara del cordobés y obligando la intervención de médicos y ambulancia. Loustau ni siquiera amonestó al defensor (Que ya tenía amarilla) y este pudo completar el partido, mientras que Orihuela terminó hospitalizado.
El cierre fue un concierto de posibilidades que el local no logró convertir, primero un derechazo desviado de Andrada y luego un tiro de Negri que encontró Bértoli. El experimentado Sebastián volvería a dejar en claro su jerarquía bloqueándole un mano a mano al mismo Andrada.
La gran parte de los doce minutos adicionados por el juez del partido, producto del tiempo consumido durante la asistencia médica a Orihuela, se jugaron en el área de Patronato. Quilmes metió todos sus hombres allí pero no encontró claridad, más allá de otro tiro de Andrada que generó la última gran respuesta de Bértoli.
Ganó Patronato un partido de salvación, y aunque las matemáticas le siguen exigiendo unidades al conjunto de Forestello un triunfo ante Tigre la próxima fecha puede confirmar su permanencia.
Quilmes no depende de sí mismo para mantener la categoría, sin embargo tiene la posibilidad de enfrentar a dos rivales directos. Primero visitará a Rafaela y luego será local de Arsenal. El Cervecero necesita sumar la mayor cantidad de puntos posibles y esperar otros resultados.
