River Plate volvió a la victoria al vencer por 4 a 1 a Nueva Chicago en el estadio República de Mataderos. El cotejo fue mucho más parejo de lo que muestra el resultado. El Torito sufrió la eficacia del Campeón de América, sobre todo de Lucas Alario que metió tres goles y no perdonaron nunca al local que mereció más.
Los de Mataderos habían comenzado mejor el partido, presionando mucho a las Gallinas y mucha influencia en esto tuvo la gente que fue al República de Mataderos, que estaba que explotaba. Ya a los 4 minutos, Matías Vera, uno de los mejores jugadores del partido, probó al arco pero sin éxito. Dos minutos después, Mauricio Carrasco casi abre el marcador con un derechazo que se estrelló en el travesaño. Recién a los 12 minutos, los Millonarios tuvieron su primera chance con un remate de Lucho Gonzalez que Tauber desvió al córner. Tres minutos después, Nicolás Sainz volvió a hacer temblar el travesaño del arco de Marcelo Barbero con un fuerte cabezazo.
En la alemania nazi, se hablaba de lo «ario», como lo perfecto. Lo del 13 de River fue algo parecido. A los 22 minutos, en la primera pelota que tocó el delantero, tiró un sombrero en el área y cuando la pelota bajó, no perdonó a Tauber y puso el 1 a 0. A su vez, a los 36 Alario volvió a convertir, capturando un rebote y haciendo valer su puesto de 9. Aunque la visita no se pudo ir al descanso sin recibir un susto. Sobre el final, Jonathan Maidana convirtió un gol en contra que le devolvió la fe al Verde.
Para el complemento, con mucho coraje y fuerza, los dirigidos por Ruben Dario Forestello salieron a buscar la victoria pero no contaron con mucha suerte. Ya en el primer tiempo habían impactado dos pelotas en el travesaño. Ellos intentaban, presionaban, daban todo, pero River llegaba pocas veces como el mano a mano de Javier Saviola que hizo temblar a los locales, un remate de Maidana que controló Tauber y luego fueron directamente goles. Porque cuando Chicago estaba mejor y Gagliardi junto con Vera hacían bailar a la defensa de la Banda, Alario volvió a convertir en una rápida contra que culminó con el delantero encarando para adentro y dejando sin chances al arquero. Por último y como broche de oro, Sebastián Driussi tuvo su gol y liquidó el cotejo después de un gran pase de Gonzalo Martinez, de gran partido.
De esta manera, River vuelve a la senda de la victoria en un partido que le costó pero sacó la chapa de equipo grande y copero. Por su parte, Nueva Chicago mereció más que esta goleada pero en este partido, más que Verde… pareció colorado.
