Subcampeona del mundo en 1934 y en 1962, campeona de Europa en 1976 sumado a un segundo puesto en 1996. Con semejantes pergaminos, el combinado de la República Checa una vez más tropezó en su camino mundialista. A pesar de arrancar ganando, finalmente terminaron igualando 1 a 1 con los Vikingos en Oslo para quedar muy relegados en la zona que lidera Alemania y tiene como escolta a Irlanda del Norte.
Los dirigidos por Karel Jarolím tomaron el dominio del partido desde el arranque. Vladimír Darida, a los 3 minutos de juego, ya había ocasionado una situación de riesgo sobre la meta defendida por Rune Jarstein. El hombre del Hertha Berlín no cesó sus intentos contra la meta local al igual que Michael Krmenčik. Y el dueño de casa, en un partido muy trabado y con muchas infracciones, recién pudo acercarse al área opuesta con un intento de Havard Nordveit cuando se aproximaba la primera media hora de juego.
Recién a los 36 minutos República Checa logró abrir la cuenta por intermedio de Theodor Gebre Selassie quien, ingresando por detrás de todos y sin una marca concreta, empujó el esférico contra la red para decretar el 1 a 0 en tierras nórdicas. Ese triunfo parcial más la igualdad de Irlanda del Norte que no podía doblegar a Azerbaiyán, modificaba todo en el grupo 3 de la eliminatoria europea.
Sin embargo, la visita se conformó con el triunfo parcial y dejó crecer la figura de los Vikingos. Lo último que propusieron seriamente los de Jarolím fue un tiro en el poste cuando recién comenzaba la segunda mitad. El resto fue un monólogo del dueño de casa que con Tarki Elyounoussi como abanderado supo causarle más de un dolor de cabeza a su oponente. Así fue como al delantero del Hoffenheim le cometieron un penal que Alexander Soderlund terminó cambiando por gol a los 10 de la complementaria.
Noruega no le dio respiro a su oponente y arbitró por todos los medios quedarse con la victoria. Y si bien, un triunfo de todos modos hubiese dejado lejos a los de Lars Lagerbäck igualmente, por lo hecho en el capítulo final sin dudas que hubiese sido merecido. República Checa no sólo se quedó con un un punto sino que, sobre el final, se enteró que agónicamente había ganado Irlanda del Norte. Y así, con el 1 a 1, sus aspiraciones de ir a Rusia 2018 empezaron a quedar en el olvido.