La Marea Roja tuvo muy poca calma en Oslo. A los 4 minutos ya ganaban Los Vikingos que finalmente se quedaron con la victoria por 1 a 0. Sin embargo, los centroamericanos, demostraron falta de ideas y un desconcierto dentro de la verde gramilla para revertir el marcador con casi todo un partido por delante.
Joshua King, cuando comenzaba el juego, se llevó la pelota de cabeza ante los centrales del rival y definió con clase contra el palo derecho del arco defendido por Jaime Penedo. Noruega ganaba desde el vamos y Panamá, literalmente, quemó sus papeles. Los dirigidos por el «Bolillo», Hernán Darío Gómez, casi que ni lastimaron a su oponente.
El primer cuarto de hora fue completo dominio del local. Los Canaleros recién llegaron con un tiro libre de Fidel Escobar que Sten Grytebust rechazó con los puños. El resto siguió siendo un monólogo de Los Vikingos que estuvieron cerca de ampliar la diferencia sobre el epílogo de la etapa inicial pero Román Torres llegó a cortar justo en el área chica.
En la segunda parte Gabriel Torres tuvo el empate con un zapatazo que salió besando el poste derecho de Grytebust. Con el correr de los minutos los centroamericanos intentaron romper la férrea defensa de los europeos pero la línea de cuatro fue un muro. Y de contra, el dueño de casa estuvo muy cerca de liquidar la historia. A diez del final fue el ingresado Alexander Sørloth quien asistió a Ola Kamara. El delantero de Los Ángeles Galaxy, abajo del arco y sin marca, le pegó realmente mal a la pelota y la mandó por arriba del travesaño. Luego fue el turno de Iver Fossum que en el área grande pateó completamente desviado.
Noruega, que no clasificó a Rusia 2018, tuvo una serie de amistosos victoriosos que los invita a soñar con un futuro mejor. Cuatro días atrás habían derrotado a Islandia y en marzo a Australia, sendos combinados mundialistas. Ahora el 1 a 0 se lo propinó a Panamá que no encontró el libreto en ningún momento y ahora deberá derrotar a Bélgica, Inglaterra y Túnez si es que quiere ser parte de los octavos de final de la máxima competencia.