NEW YORK RED BULLS 0- DC UNITED 1: ¡SALTA LA BANCA!

El majestuoso Red Bull Arena acogió por la fecha número 9 de la fase regular de la MLS a un partido que no será fácil de olvidar para simpatizantes de ambos equipos. Se trata de uno de aquellos encuentros que no componen la categoría de históricos, pero sí llegan a integrar aquel puñado de enfrentamientos que quedan en la retina por la épica de los sucesos dentro de los 90 minutos.

Se acercaba el final del partido, y el marcador seguía en cero pardo. Durante gran parte del duelo, los dominantes fueron los dirigidos técnicamente por Chris Armas, sometiendo por todos los medios al rival. Alejandro «Kaku» Romero Gamarra (ex Huracán), recuperó su nivel y se convirtió en el eje trascendental de los «Toros Rojos», no sólo en el aspecto de un ataque basado en los remates, sino también siendo clave en la creación de juego. El manejo de los tiempos y las asistencias a los máximos referentes del sector ofensivo dentro de la plantilla, lo posicionó como el nexo determinante para los locales.

Pero la suerte no estuvo del lado de los «Bulls». Royer, Barlow, y Omir Fernández no pudieron contra un Chris Seitz implacable. El portero de los rojinegros tuvo una tarde sin ningún error, y se complotó con los tres palos de su valla para evitar la caída en el marcador. Por su parte, el DC United planteó el partido plenamente para defenderse de los locales, aspirando a no perder y toparse con un contraataque letal. Línea de cinco en el fondo para desbaratar los ataques de los de New York. ¿El ataque? resignado casi totalmente, sin nisiquiera rematar al arco en los primeros 45 minutos.

En el complemento, comenzaron a aparecer los espacios en el fondo del equipo local. El cansancio y la frustración ejercieron su poder. El argentino Yamil Asad (que disputó todo el cotejo) se adueñó del frente ofensivo (y de su conexión con el mediocampo) del DC United, aportándole mayor fluidez y «potrero» a su juego. Federico Higuaín no ingresó, por lo que vio el partido desde el banco.

90 minutos. El goleador del equipo visitante (Kamara) sale del campo para darle lugar a Erik Sorga, un joven estonio de 21 años con pocos encuentros disputados en la liga actual (4). A los 90+7 minutos, el pibe capturó un rebote luego de un córner, acomodó el esférico con su pecho, y luego de un control excepcional, elevó un derechazo a pura potencia, que sorprendió al portero Meara (que da la sensación que podría haber hecho más). Gol y locura en el banco visitante.

¿El dato? un gol que quedará para la historia. El rubiecito rompió el récord: el gol más tardío en la historia de la MLS (también de la historia de su club). Inolvidable.

Final de película en el Red Bull Arena. Los locales no levantan cabeza (a pesar de encontrar interesantes alternativas en el juego), ante un DC United que se escapa de la zona del fondo de la tabla de posiciones con un triunfo agónico. El gol fue de Sorga, pero el 50% fue de Ben Olsen, el técnico de los visitantes. Sin dudas, ¡hizo saltar la banca!.