Se dió la lógica: Houston Rockets (1) se enfrentará a los Golden State Warriors (2) en una serie para el infarto. Los Rockets despacharon a unos sorprendentes Jazz liquidando la serie 4-1 con un superlativo Chris Paul que lideró al equipo en puntos (41), rebotes (7) y asistencias (10) en gran parte de los choques; James Harden fue el otro pilar de los texanos con rendimientos de MVP de la temporada regular y ambos dos se hicieron cargo de comandar las ofensivas de un equipo que casi no pasó sobresaltos, a excepción del segundo partido de la serie, donde perdieron como local ante un rival que tuvo una muy buena temporada regular y que eliminó a los Thunder en 6 partidos (4-2). Los Jazz sintieron la ausencia de su base armador, el español Ricky Rubio, que estuvo fuera por lesión; Donovan Mitchell, un mas que interesante novato se hizo cargo del equipo pero no alcanzó para doblegar al mejor equipo de la NBA, en cuanto a resultados.
Los comandados por Steve Kerr recuperaron para esta serie a su estrella Stephen Curry, que estuvo afuera durante varias semanas por lesión, donde se perdió la última parte de la temporada regular y la serie contra los San Antonio Spurs. Golden State dominó por completo a New Orleans Pelicans que no pudieron hacerle frente a un equipo con 4 All-Stars (Curry, Thompson, Green y Durant). Anthony Davis y un Rajon Rondo de otra época (el partido 3 lo terminó con 21 asistencias, recordando sus desempeños en los Boston Celtics) no bastaron para doblegar al candidato al título.
Se viene un desfile de encuentros no aptos para cardíacos, dignos de ver… Una final anticipada realmente, donde todo el mundo asume que, el ganador de esta definición, será el campeón de la NBA.