Más de 145 días sin fútbol en Sudamérica fueron demasiados para que el derbi uruguayo por excelencia juntase a propios, extraños, y demás frente al televisor para vivir uno de los encuentros más apasionantes del globo terráqueo. Sin poder asistir al mítico estadio Centenario, la niebla se dio el lujo de bajar de las tribunas para aportar un colorido fascinante a un 1 a 1 inolvidable entre el Bolso y el Carbonero.
Nacional y Peñarol, dos elencos que acostumbraban a reventar cualquier recinto, tuvieron su clásico en casa del Tricolor con bastantes emociones, buen trabajo de los arqueros, y un reparto de puntos que dejó a los locales sin victorias en los primeras cuatro fechas mientras que la visita se retiró dejando pasar una chance de recortar distancias con el sorpresivo líder, Rentistas.
Los de Gustavo Munúa así como los hombres de Diego Forlán, se midieron demasiado desde le arranque. Pasada la media hora inicial, Kevin Dawson evitó la caída de su valla pero no por mucho tiempo. A los 32 minutos, el arquero nacido en Colonia de Sacramento, no pudo hacer nada para frenar el formidable cabezazo de Gonzalo Bergessio tras un lindo córner ejecutado desde la derecha por Gabriel Neves. El testazo del ex Platense y Racing se tornó inatajable y, de esta manera, el dueño de casa, lograba ponerse en ventaja.
Peñarol mejoró su imagen en la segunda mitad. Iban 8 de la complementaria cuando David Terans descargó hacia atrás y encontró al «Cebolla», Cristian Rodríguez, quien castigó buscando el palo más lejano del panameño Luis Mejía sin tener la puntería deseada. Pero las cosas parecían complicarse para los muchachos de «Cachavacha» Forlán cuando, tras un pelotazo al área del húngaro, Krisztián Vadócz, llegó la plancha de Matías Britos en el rostro de Mathías Suárez. Christian Ferreyra no tuvo más remedio que cobrar la falta en ofensiva y expulsar al ex delantero del Querétaro.
Pero la fórmula que derivó en esa cartulina colorada le dio rédito al Manya que, en una fotocopia similar, sin la plancha en la cabeza de nadie, encontró a Terans punteando un centro a la olla de Gary Kagelmacher para superar a un Mejía que salía a destiempo. La visita empataba el derbi y apostaba a que Dawson nuevamente sea el salvador durante los últimos diez de la contienda.
Nacional no sólo no pudo con el guardameta contrario sino que además fue quedándose ni gasolina. Los de Munúa no aprovecharon el hombre de más, carecieron de resto físico, y repartieron unidades en el derbi. Peñarol apenas pudo disfrutar el 1 a 1 sólo por las condiciones en las que se dio el resultado. Y el gran protagonista del clásico fue la niebla que logró lo que nadie pudo por la pandemia, estar presente y llenar el estadio para no perderse ninguna de las alternativas de uno de los clásicos más bellos del mundo.
