La revista Vermouth Deportivo ofrece desde el año 2016 una sección llamada “El Tintero de D10S”, segmento que pretende conocer mejor aquellas personas, hechos y sitios que obtuvieron reconocimiento mundial tras haber participado directa o indirectamente de algún momento en la vida de Diego Armando Maradona. A 42 años del debut de Pelusa en Primera División repasamos la edición que recordó a Rubén Giacobetti, futbolista por el cual Diego ingresó en el célebre Argentinos 0 – Talleres de Córdoba 1.
20 de Octubre de 1976, fecha neurálgica en la historia del Fútbol Mundial. Juan Carlos Montes ya tenía decidido colocar por primera vez en una cancha de forma oficial a Diego Armando Maradona en una historia que más o menos todos conocemos. Quien debió dejar el equipo para que el milagro ocurra era Rubén Aníbal Giacobetti, de quien nos ocuparemos exclusivamente por un rato.
Giacobetti nació en el barrio Porteño de Villa Urquiza, un 9 de julio de 1956. Sus primeros pasos en el fútbol fueron en la Asociación Atlética Argentinos Juniors, donde debutó profesionalmente el 13 de junio de 1976 en un partido perteneciente a la Ronda Descenso del Metropolitano de aquel año. Argentinos igualó 1 a 1 con Banfield y terminó asegurando su permanencia en la Primera División.
Como cualquier futbolista joven fue alternando titularidad y suplencias, desempeñándose como volante marcador central pero con la ductilidad para jugar algunos metros más adelante y contribuir en ataque de ser necesario. Durante el Nacional del 76 la institución de Paternal, afianzada en la categoría, dio más espacio a sus juveniles y allí comenzó a ser habitual. Rubén Aníbal Giacobetti vistió la camiseta del Bicho hasta 1978, totalizando 28 apariciones y anotando un gol.
Una vez finalizado su vínculo con Argentinos Juniors la carrera de Giacobetti tomó rumbos diversos. Pasó a disputar La Liga Pampeana de Fútbol, torneo regional, con la camiseta de Pico Footbal Club en la Ciudad de General Pico. En 1980 viajó a Estados Unidos en una torneo que comenzaba a crecer tras el paso de Pelé por el Cosmos. Rubén se calzó la casaca aurinegra del Rochester Futbol Club, jugando durante un año en “Los Tigres”. En la actualidad el club del Estado de Nueva York ha mutado, entre otras cosas, sus colores tras un acuerdo comercial con Bayern de Munich.
Su última experiencia como futbolista profesional fue en Italia, donde disputó la Serie C con la casaca del Senori. En 1984 y con 28 decidió colgar los botines, en sus propias palabras “Me di cuenta de que si seguía con el fútbol, después con más edad me iba a costar mucho arrancar con una nueva profesión. Yo ya había hecho el curso de martillero en la Argentina, así que decidí poner la inmobiliaria”
En la actualidad Rubén logró éxito en el rubro, es dueño de una reconocida inmobiliaria que lleva su apellido en el barrio de Villa Urquiza, mismo que lo vio nacer.