Los Red Devils arrastraban tres derrotas consecutivas incluyendo elite inglesa y Champions League. Todo eso sumado a la pérdida de dos figuras por situaciones extrafutbolísticas, ponían en el ojo de la tormenta a los de Erik ten Hag que se recompusieron con triunfo por 1 a 0 ante los Clarets en Lancashire.

Era un duelo de necesitados y el que salió airoso de esta situación fue Manchester United. El elenco colorado no tuvo el brillo de otras épocas pero, con ciertas individualidades, se encargó de vencer al Burnley que tan sólo tiene un punto de quince en Premier League.

Los de Vincent Kompany tomaron la iniciativa. André Onana salvó su cueva de un cabezazo y, más tarde, el palo izquierdo del guardameta camerunés le negó la apertura del marcado al dueño de casa tras un lindo remate cruzado de Zeki Amdouni.

Con el correr del reloj, Manchester United se acomodó mejor en la noche de Lancashire y arrinconó a Burnley. Le anularon un gol a Jonny Evans por offside de Rasmus Höjlund. Sin embargo, rápidamente hubo revancha y estamparon el 1 a 0.

Iban 43 minutos del período inicial cuando Evans pinchó una gran asistencia para Bruno Fernandes. El portugués le ganó la espalda a Charlie Taylor y, sin dejar caer la redonda al verde césped, metió un latigazo de derecha que se tornó inatajable para James Trafford.

Los Clarets no encontraron los caminos para llegar a la igualdad mientras que la visita intentó durante la complementaria con un remate de Scott McTominay que no prosperó. Y con espacios, los visitantes fueron punzantes hasta el cierre donde Bruno Fernandes pudo ampliar con una pirueta sin fortunas.

Burnley, ocupando puestos de descenso en Premier League, no pudo sumar unidades en un duelo de necesitados. Manchester United, sin su fútbol lujoso de otras épocas, cortó una racha adversa que complicaba las tareas diarias y con el 1 a 0 volvió a sonreír por un rato en la elite inglesa.

Foto: Photo by Matt McNulty/Getty Images