El Lujanero volvió a batallar contra sus propios problemas en el Campo Municipal de Deportes y, a pesar de haber merecido más frente al Charrúa, debió conformarse con un 0 a 0 que lo sacó del fondo de la tabla de posiciones gracias a una nueva derrota de El Porvenir. Los dirigidos por Osvaldo Ruggero, de haber un ganador, se hubiesen llevado la batalla por puntos en el lejano oeste.
La irregular campaña de Central Córdoba de Rosario sumó un nuevo capítulo. Sin bien los santafesinos perdieron un juego de los últimos diez, la realidad marcó que en esa decena de cotejos cosechó seis empates. Luján, sabiendo que no era un hueso blando de roer, salió mentalizado a ganarlo, mereció mejor suerte pero llegó justamente a un decálogo de pleitos sin alegrías completas.
Gonzalo Pérez, ex Racing, estrelló un remate en el travesaño en la primera mitad para dejar en claro que la suerte no estaría del lado del dueño de casa. El ex hombre de la Academia fue clave en el armado de juego y también en la exigencia con un remate que Matías Giroldi logró desarticular para que los de Eduardo Bustos Montoya pudiesen irse al descanso con el score cerrado.
En la complementaria, los de la Basílica siguieron pisando el acelerador. Leonel Llodrá y el otrora Fénix, Joaquín Marcos, estuvieron cerca de abrir la cuenta pero la gran tarde de Giroldi opacó los festejos para el dueño de casa que, recién con espacios ante la desesperación del elenco de Ruggero, pudo asustar un poco a Diego Quirós que no tuvo mucho trabajo en la tarde occidental.
Central Córdoba se llevó un poroto para Rosario que, en esta llamativa categoría donde los líderes ya perdieron dos partidos, pudo quedar a seis unidades de la cima a pesar de su enorme cantidad de empates. Luján, con el 0 a 0, masticó bronca por no ganar pero al menos pudo despegarse del fondo de la tabla de posiciones sumergiendo en dicho lugar a El Porvenir que no levanta cabeza.