Die Werksel dio otra muestra de caracter y se metió en la semifinal de la DFB-Pokal levantando dos veces el resultado ante los Suabos. El equipo de Xabi Alonso se impuso por 3 a 0 en su domicilio y extendió su invicto a 30 contiendas en esta temporada.
Sttugart sorprendió desde temprano y hasta pudo darle un golpe de nocáut a Bayer Leverkusen antes de la media hora inicial. El equipo de Xabi Alonso no conectaba, se olvidaba el libreto, y recién reaccionó a cinco minutos para el descanso.
El 1 a 0 se produjo cuando iban 10 del primer tiempo. Un tiro de esquina desde la derecha de Angelo Stiller encontró a Waldemar Anton por detrás de todos. El capitán de la visita le ganó la espalda a Edmond Faycial Tapsoba y dejó sin respuestas a Matej Kovar.
Bayer Leverkusen, mareado, estuvo a punto de entregarlo todo porque a los 24 minutos falló en salida y el propio arquero remendó el error para taparle el zurdazo a Atakan Karazor. Era el segundo de un Stuttgart que, de ahí en adelante, sintió el rigor del local.
Los de Xabi Alonso pudieron empatarlo antes del descanso con un tanto de Patrick Schick que fue anulado y mediante un tiro libre majestuoso de Alejandro Grimaldo que desactivó Alexander Nübel. Sin embargo, el 1 a 1 llegó en el inicio de la complementaria con un golazo de Robert Andrich que la colgó de un ángulo desde afuera.
El ida y vuelta en la segunda parte dejó emociones por doquier ya que Stuttgart aprovechó la chance que no le sacó jugó en el período inicial. Así, antes del cuarto de hora, Kovar rifó en salida, y Chris Führich no perdonó para poner el 2 a 1 sobre Bayer Leverkusen.
Parecía que el invicto se apagaba para los de Xabi Alonso pero el equipo volvió a mostrar rebeldía, reacción y no sólo lo empató sino que lo terminó ganando sobre el cierre. Amine Adli con un zurdazo emparejó las cosas y sobre el tiempo cumplido apareció Jonathan Tah para desatar la fiesta del dueño de casa.
Stuttgart, uno de los pocos que en la temporada logró robarle al menos un empate, volvió a hacerle frente pero esta vez no pudo contra un oponente que es el único que no ha perdido aún en las cinco grandes ligas del mundo. Bayer Leverkusen ganó 3 a 2, hizo historia, llegó a los 30 partidos invicto y es semifinalista de la DFB-Pokal.
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